La empresa Starlink, dedicada a brindar servicios de conexión a Internet a nivel mundial mediante satélites de órbita baja, de los cuales hasta la fecha ha lanzado al espacio más de 5.000 satélites. Sin embargo, en el transcurso de los últimos dos meses, ha perdido más de 200 de estos satélites a causa de la exposición a las tormentas solares.
Esta exposición de estos satélites de Starlink a las tormentas solares, desactivan los satélites y luego provoca su incineración en la atmósfera. La empresa fundada por Elon Musk, ha explicado que las tormentas solares provocan un aumento en la densidad de la atmósfera.
Básicamente, estas tormentas solares llegan a la Tierra en apenas unos minutos generando descargas electromagnéticas en la atmósfera que tienen el potencial de sobrecargar las redes eléctricas, interrumpir la conectividad a Internet y, en el peor de los casos, causar la destrucción de satélites al derretirlos en su reentrada a la atmósfera.
Este aumento de densidad atmosférica dificulta que los satélites puedan mantener su órbita y como problema adicional, recientemente, ha habido un aumento en la actividad solar sin que exista una explicación clara por parte de los científicos y que tampoco se pueda evitar.
Cada vez más, estas tormentas solares están sucediendo con mayor frecuencia e intensidad, lo que estaría poniendo en jaque los sistemas orbitales de telecomunicaciones como el de la empresa Starlink.
La mayoría de estos satélites, que están operando en la órbita terrestre baja (LEO, «por sus siglas en inglés»), al momento de ser afectados por estas tormentas solares, son capturados por la gravedad de la Tierra, haciendo que estos reingresen en la atmósfera hasta incinerarse. Por el tipo de satélite, ninguno de ellos queda como desecho espacial en órbita.
De acuerdo a la información proporcionada por el sitio Web SatelliteMap.space, que monitorea todos los satélites en órbita, la empresa Starlink ha lanzado un total de 5.061 satélites, pero en la actualidad solo 4,208 están operativos mientras que 613 hasta la fecha se han incinerado tras ser golpeados por las tormentas solares y otros 240 han dejado de funcionar por diversas razones.
Esto indudablemente está ocasionando para Starlink grandes problemas. En primer lugar, la pérdida de satélites representa un costo directo por reemplazo de cada dispositivo orbital. Además, la empresa debe volver a planificar su presupuesto, para incluir la reposición de los satélites dañados.
Aunado a esto, Starlink ya no puede lanzar la misma cantidad de satélites que antes, debido a que sus satélites han tenido modificaciones para hacerlos más potentes lo que ha llevado a aumentar su tamaño. Al principio, Starlink podía colocar en órbita con los cohetes Falcon 9 de su empresa hermana SpaceX, unos 60 satélites.
Sin embargo, los cohetes Falcon 9 de SpaceX han sufrido modificaciones que han reducido el espacio de carga y por otro lado, los dispositivos de Starlink de segunda generación que son más grandes y pesados hacen que sean muchos menos los que se puedan lanzar al espacio.
Actualmente, Starlink y SpaceX sólo pueden colocar en órbita unos 22 satélites por cada lanzamiento, lo que reduce las posibilidades de reemplazo de satélites afectados por las tormentas solares.
Tan sólo para que Starlink pueda reemplazar los 200 satélites destruidos por las tormentas solares en los últimos dos meses, la empresa SpaceX tendría que llevar a cabo nueve lanzamientos, cada uno de los cuales representa un costo aproximado de unos 50 millones de dólares.
A todo esto se suma, que las previsiones de los Starlink no se han cumplido hasta ahora. Musk había previsto hace algunos años, que Starlink ya tendría más de 20 millones de clientes, pero apenas la empresa de conexión satelital sobrepasa el millón de usuarios.
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