Desde hace meses, los científicos han venido advirtiendo que los lanzamientos de cohetes para colocarlos en órbita realizados por de SpaceX, están generando agujeros temporales en la atmósfera superior, lo que plantea problemas potenciales aún no reconocidos.
Desde hace décadas, este fenómeno ha captado la atención de los investigadores, cuando prácticamente se crean agujeros temporales en la alta atmósfera terrestre, que se manifiestan tras el lanzamiento de cohetes al espacio.
Sin embargo, con una industria espacial en auge y el creciente número récord de lanzamientos de satélites al espacio, este fenómeno se ha hecho más latente, lo que ha permitido que muchas personas hayan tenido oportunidad de grabar con sus móviles este fenómeno
Y por supuesto, los investigadores están prestando mayor atención a observar y estudiar los fenómenos asociados a los lanzamientos espaciales, llegando a la conclusión que cada vez es más frecuente este fenómeno durante los lanzamientos de SpaceX.
Los lanzamientos de cohetes a la atmósfera superior, están generando formaciones rojas brillantes, conocidas como “Auroras de SpaceX”, cuyo fenómeno es digno de atención y estudio, para determinar que esto no supondría una amenaza directa para el medio ambiente o la vida en la Tierra, según informa el sitio Live Science.
De hecho, los astrónomos ahora han descubierto un nuevo tipo de “aurora” creada por la caída de los propulsores de cohetes SpaceX que perforan agujeros temporales en la ionosfera. A los expertos les preocupa que estos espectáculos de luces de color rojo sangre puedan estar causando problemas desconocidos para la astronomía y las comunicaciones.
De allí que, los investigadores sostienen que esto podría plantear problemas desconocidos para la astronomía y las comunicaciones, lo que lo convierte en “un área de creciente atención”, según lo dicho por Stephen Hummel, coordinador principal del programa de extensión de la iniciativa Dark Skies del McDonald Observatory, “Observatorio McDonald” de Texas en un reporte con el sitio Web Spaceweather.com.
La iniciativa Dark Skies, del Observatorio McDonald colabora con comunidades y empresas locales para promover la iluminación nocturna que mantiene la luz en el suelo y fuera del cielo, por lo que, Hummel, está preocupado por el efecto que estos eventos puedan tener en la astronomía observacional.
Hummel afirmó, que los astrónomos detectaron la primera de estas auroras SpaceX sobre el observatorio en febrero, pero en la actualidad, “vemos entre 2 y 5 cada mes”, y agregó que “La frecuencia de estas nubes rojas podría aumentar a medida que SpaceX tenga como objetivo realizar más lanzamientos en el futuro”.
“Aún se está evaluando su impacto en la ciencia astronómica. Los satélites Starlink son un problema conocido, pero los efectos de los lanzamientos de cohetes en sí son un área de atención cada vez mayor”, dijo Hummel.
Pero, lo que llamó la atención de los astrónomos, es que, a diferencia de las observadas en lanzamientos anteriores, las “Auroras de SpaceX” se manifiestan como formaciones rojas, aproximadamente esféricas, visibles a simple vista durante un máximo de 10 minutos seguidos.
Dichas “Auroras de SpaceX”, están siendo causadas por el descenso de los cohetes o sus etapas, generando agujeros temporales que se cierran posteriormente al calentarse la atmósfera nuevamente tras la salida del Sol.
Eso explica, estos fenómenos que fueron presenciados en el cielo alrededor del mes de julio, durante el lanzamiento del cohete Falcon 9 de SpaceX, encargado de poner en órbita satélites Starlink.
Luego de este lanzamiento, el cohete Falcon 9 de SpaceX, abrió un agujero en la atmósfera sobre Arizona, en Estados Unidos, creando una impactante imagen de un cielo que parecía sangrar, haciendo que los investigadores buscaran la causa probable.
De acuerdo a las observaciones realizadas, los cohetes de desorbitaje de SpaceX, a diferencia de los cohetes del pasado, liberan combustible durante breves quemas con el fin de maniobrar los restos que caen para que aterricen en el sur del Océano Atlántico en lugar de estrellarse contra la Tierra.
En opinión de los expertos, esto ocurre porque durante el descenso, el cohete puede quemar aproximadamente 180 kg de gases de escape, mayoritariamente compuestos por agua y dióxido de carbono, en las cercanías del borde de la ionosfera, donde potencialmente se podría generar un agujero significativo.
Pero no cabe duda que lo que más llama la atención, es que el fenómeno de las “Auroras de SpaceX”, es muy distinto de una aurora convencional, que se produce cuando los cohetes queman sus motores en la mencionada ionosfera.
En estos casos, el punto de encuentro entre la atmósfera terrestre y el espacio, situado entre 80 y 644 kilómetros por encima de la superficie de la Tierra, donde el gas está ionizado o desprovisto de electrones, según la NASA.
Estos, denominados “agujeros ionosféricos”, como detalla en su artículo Live Science, tienen la capacidad de estimular las moléculas de gas en esa parte específica de la atmósfera, desencadenando fascinantes franjas de luz roja que se asemejan a las auroras.
Este efecto se debe a la reacción entre los iones de oxígeno presentes en la ionosfera y los electrones liberados por los gases de escape de los cohetes. Pero ahora, la preocupación de los científicos radica en el posible aumento de estos resplandores rojos en el cielo a medida que SpaceX planee más lanzamientos en el futuro.
El aumento de este fenómeno de las “Auroras de SpaceX”, podrían interferir con las observaciones astronómicas y perturbar las comunicaciones por radio de onda corta, así como interferir con las señales GPS.
A pesar de ello, todavía no hay un estudio concluyente acerca de las repercusiones de las reentradas en la atmósfera de los cohetes de la SpaceX, por lo que, mientras se evalúa el impacto de las formaciones a través de los lanzamientos de la empresa, el estudio de estos agujeros podría irónicamente proporcionar valiosa información sobre la ionosfera y su variabilidad nocturna.
“La densidad ionosférica varía de una noche a otra, por lo que podemos aprender algo sobre la eficacia de la química [de la ionosfera] observando muchos fenómenos”, explicó Jeffrey Baumgardner, físico de la Boston University (BU), “Universidad de Boston” al sitio Web Spaceweather.com.
De igual forma, además de las “Auroras de SpaceX”, los cohetes de la empresa también han generado otros espectáculos de los como las llamadas “Espirales SpaceX”, creadas cuando los propulsores giran y vierten combustible sobrante en el espacio antes de salir de órbita.
Por lo que es probable que estas “Espirales SpaceX” junto con las “Auroras de SpaceX”, podrían volverse cada vez más frecuentes a medida que el número de lanzamientos de la empresa aeroespacial SpaceX continúe aumentando rápidamente.
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