Este martes, la principal compañía para el envío de remesas a Cuba desde Estados Unidos, Western Union (WU), decidió cesar sus operaciones en la isla como resultado de nuevas sanciones de Washington contra el régimen cubano.
Las nuevas sanciones del gobierno del presidente Donald J. Trump, van dirigidas específicamente, contra dos empresas controladas por militares del régimen cubano que son encargadas de manejar todas las remesas provenientes de Estados Unidos.
Esta decisión impactó las operaciones de remesas de WU en Cuba, por lo que fueron cerrados los 407 puntos de pago que tenían en la isla. En un comunicado, una de las empresas manifestó su desacuerdo con la decisión.
“Recae en el gobierno norteamericano la responsabilidad por la interrupción del servicio de remesas entre los dos países”, indica el comunicado.
WU, tomó esta decisión, tras la nueva ola de sanciones impuestas contra el régimen de la isla por parte de los Estados Unidos, que comenzarán a regir a partir del 26 de noviembre.
Cómo se recordará, el pasado 28 de septiembre, Estados Unidos golpeó el sistema de remesas hacia Cuba sancionando este lunes a la corporación multinacional de finanzas y seguros American International Services (AIS), que procesa los envíos para militares cubanos.
Esta empresa AIS es una filial más de la empresa FINCIMEX que ya había sido sancionada en junio, la cual tiene un entramado de empresas con las cuales el régimen cubano controla todo tipo negocios que se pueden hacer con La Habana.
“AIS es una institución financiera controlada por el ejército cubano que procesa las remesas enviadas al pueblo cubano”, dijo el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo.
“El ejército cubano también utiliza AIS, su empresa matriz FINCIMEX y otras entidades para cobrar tarifas y manipular el mercado de remesas y divisas como parte de los esquemas del régimen para ganar dinero y apoyar su aparato represivo”, dijo en un comunicado el Departamento de Estado.
Estas sanciones que prohíben el envío de dinero a Cuba, a través de empresas las cubanas FINCIMEX y AIS, que la Casa Blanca sancionó por considerar que están controladas por militares, ponían en riesgo las operaciones financieras de WU en Estados Unidos.
Al igual que en China, y en otros regímenes comunistas y socialistas en el mundo, las compañías extranjeras que quieren operar en Cuba deben contar con una contraparte estatal y, en el caso de WU, tuvo que asociarse FINCIMEX, desde 2016 para abrir operaciones en la isla.
FINCIMEX es una poderosa compañía que también procesa las operaciones con tarjetas Visa y Mastercard, así como parte de los pagos de Airbnb a los anfitriones cubanos, pero que además estaba encargada de procesar las divisas dentro de Cuba.
“FINCIMEX, como parte del sistema financiero cubano, es la entidad que por decisión soberana del gobierno cubano ha sido encargada de garantizar las remesas a Cuba desde EEUU”, indica el comunicado de WU.
Uno de los puntos de la discordia, es que aunque las remesas se envían en dólares, los cubanos reciben la transferencia en “moneda libremente convertible” (MLC o CUC), una de las dos que circula oficialmente en la isla.
Esto obviamente, hace que los dólares se los quede FINCIMEX y por ende termina en manos de los militares represores que dirigen al pueblo cubano.
FINCIMEX fue constituida como una “sociedad privada cubana” en Panamá en 1984, pero ha sido acusada por el gobierno de EEUU de pertenecer al Grupo de Administración Empresarial (GAESA), la empresa cubana que controla el turismo y otras industrias y compañías en la isla.
Pero este entramado no termina allí, pues GAESA es una corporación de muchas sub empresas que es controlada por el exyerno de Raúl Castro, el general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, quien recientemente fue sancionado también por Estados Unidos.
Indudablemente, esta decisión no cayó bien en Cuba, y autoridades del régimen cubano, se han expresado en duros términos contra el Departamento de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo y el presidente propio Trump.
La empresa FINCIMEX a través de un comunicado, criticó la medida en medio de la pandemia de coronavirus, y dijeron que: “recalca el cinismo, el desprecio por el pueblo cubano y el oportunismo del gobierno estadounidense” ya que se continua empobreciendo a los ciudadanos de la isla.
“Las recientes disposiciones atacan directamente a las remesas familiares aun cuando los voceros de Washington mienten e intentan hacer ver que las limitaciones son solo a una entidad en específico”, indica el comunicado.
Además, de acuerdo con la empresa, las nuevas disposiciones de Washington impiden también “las negociaciones que a solicitud de FINCIMEX se desarrollaban desde hace meses para lanzar el servicio de remesas a cuentas bancarias en MLC”.
Sin embargo, lo que no dicen en estas declaraciones, es que las remesas no se detendrán, ya que las agencias que tienen sede en Miami, han vuelto a enviar remesas a Cuba a través del servicio con dos bancos gubernamentales cubanos.
No obstante, aunque las cifras oficiales de las remesas enviadas a Cuba desde Estados Unidos se desconocen, algunos grupos de investigación en Miami estiman que en torno a la tercera parte de la población de ese país recibe dinero desde el extranjero.
Las remesas son vitales para la economía de cualquier país, aún más para Cuba, por lo que se estima que al menos sean la segunda fuente de ingresos de la isla después del Turismo, la cual promedia los $3,700 millones de dólares anuales, según algunas investigaciones.
Ahora, lo que no dice la propaganda emitida desde el régimen cubano, es que varios estudios realizados en EEUU sugieren que los envíos de remesas a la isla se han diversificado y no solo ocurren a través de WU o de otras agencias de envío de dinero.
A la isla también llega dinero a través de canales no oficiales, mediante Bitcoin u otras criptomonedas que desde hace 4 años ha ido cobrando fuerza, o mediante otras empresas de remesas, sobre todo de Europa, así comoel dinero que ingresa a través de las conocidas “mulas” o viajeros que ingresan a Cuba con dinero en efectivo, que se encargan de llevar dinero a familias varias veces al año.
De acuerdo con el Departamento de Estado, las medidas tomadas buscan evitar que los dólares estadounidenses vayan a parar a manos de los militares cubanos y que “los fondos fluyan hacia las agencias de seguridad e inteligencia cubanas”.
Para el gobierno estadounidense, estas agencias de seguridad e inteligencias cubanas, son encargadas de estar detrás de violaciones de derechos humanos tanto en la propia isla de Cuba como en Venezuela, un país al que el régimen cubano usa también como fuente de ingresos.
Por otra parte, algunos ha tildado esta medida de electoralista, pues se ha tomado a tan sólo pocos días antes de las elecciones de Estados Unidos, en las que el presidente Trump busca ganar el apoyo de la comunidad cubana asentada en lugares como Florida.
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