Después de que NBC News revelara que obtuvo acceso a correos electrónicos internos del Federal Bureau of Investigation (FBI), “Buró Federal de Investigaciones”, donde empleados hablaban sobre los síntomas del “Síndrome de La Habana” que tenía uno de ellos, y por que el FBI reconoció públicamente por primera vez que algunos empleados pueden tener estos síntomas.
En el correo electrónico un funcionario de este organismo, le dijo a un exagente que había informado sobre posibles síntomas de lesiones cerebrales que “desafortunadamente, el FBI no está autorizado a dar ningún consejo médico y no existen programas médicos para los empleados actuales y/o jubilados«.
Sin embargo, el agente retirado comenzó a sufrir migrañas y mareos hace aproximadamente una década después de una temporada en el extranjero en un país cercano a Rusia. Debido a estos correos revelados, el FBI respondió en un comunicado diciendo que estos correos electrónicos eran “una parte de un intercambio más grande sacado de contexto y no refleja el compromiso del FBI de apoyar a su personal, tanto actual como anterior”.
Tras esta declaración del FBI, que prácticamente representó el primer reconocimiento formal de que algunos de sus empleados actuales o anteriores podrían tener síntomas del “Síndrome de La Habana”, por lo que se ha evidenciado que dentro del gobierno de Estados Unidos hay una preocupación por este tipo de síntomas en varios efectivos activos y retirados que cumplieron misiones fuera del país.
“Es una prioridad para el FBI, ya que la protección, la salud y el bienestar de nuestros empleados y colegas en todo el gobierno federal es primordial”.
En esa misma línea, el director de la Central Intelligence Agency (CIA), “Agencia Central de Inteligencia”, William J. Burns, entregó una advertencia secreta a los servicios de inteligencia rusos de que enfrentarán “consecuencias” si se determina que son responsables de los misteriosos incidentes de salud conocidos como “Síndrome de La Habana” que han afectado a espías, diplomáticos, agentes del FBI entre otros funcionarios.
Esta advertencia fue entregada, en medio de una visita a Moscú que tenía como objetivo principal , avisar al Kremlin de que Washington estaba observando la acumulación de tropas en la frontera de Ucrania y no toleraría un ataque militar contra el país.
El “Síndrome de La Habana” es un conjunto de sintomatologías que afectan la salud de las personas que recibió su nombre después de que un grupo de diplomáticos y oficiales de la CIA informaron síntomas en 2016 en la Embajada de Estados Unidos en Cuba, los cuales eran bastante inusuales y variados, desde dolores de cabeza y problemas de visión hasta mareos hasta lesiones cerebrales.
Las víctimas que padecen el “Síndrome de La Habana” han informado que escuchan un sonido fuerte y sienten presión en la cabeza y luego experimentan mareos, marcha inestable y alteraciones visuales. Muchos dicen que han sufrido efectos debilitantes desde hace mucho tiempo.
Hasta ahora, más de 200 diplomáticos y familiares estadounidenses destinados en diferentes países han figurado en los reportes del gobierno en los últimos cinco años, con padecimientos relacionados a este conjunto de síntomas del llamado “Síndrome de La Habana”.
Fuentes familiarizadas con el asunto revelaron al diario The Washington Post, que durante una visita a Moscú a principios de este mes, Burns planteó el problema al liderazgo del Federálnaya sluzhba bezopásnosti Rossíyskoi Federátsii (FSB), “Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia” y el Sluzhba Vnéshney Razvedki (SVR), “Servicio de Inteligencia Exterior del país”.
El director Burns les advirtió que hacer que el personal estadounidense y sus familiares sufrieran daño cerebral severo y otras dolencias debilitantes iría más allá de los límites del comportamiento aceptable para un “servicio de inteligencia profesional”, según lo que contaron los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato con el Post para discutir altamente conversaciones sensibles.
Las fuentes dijeron que Burns dijo a estos funcionarios rusos que si se determinaba que los rusos eran los responsables, habría repercusiones. Pero, evidentemente a pesar del hecho de que Burns formuló la advertencia diciendo “si”, de por si sugiere que después de cuatro años de investigaciones en múltiples administraciones, el gobierno de Estados Unidos todavía sigue sin poder determinar la causa de los incidentes inusuales.
Aunque, la decisión del director Burns, de encarar a sus homólogos en Moscú para plantearles la posibilidad de la participación rusa muestra la profunda sospecha que tiene la CIA de la culpabilidad del Kremlin en este tipo de eventos.
Por su parte, Moscú ha negado cualquier participación en los incidentes del “Síndrome de La Habana”. De hecho, el Kremlin rechazó cualquier vinculación de Moscú con estos misteriosos incidentes de salud, que afectan a diplomáticos y espías de Estados Unidos que han estado de servicio en varias partes del mundo.
“Rechazamos rotundamente cualquier insinuación, suposición o declaración sobre la supuesta participación de la parte rusa en esos casos. No tenemos nada que ver con eso”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria. “En cuanto al contenido de las conversaciones de Burns con sus colegas de los servicios especiales, no tengo nada que decir aquí, esta información no es pública”, agregó el portavoz del Kremlin.
No obstante, por más sospechas que existan sobre Rusia, lo cierto es que cuanto más tiempo investigan las agencias de inteligencia más incierto parece todo y más se aleja la posibilidad de encontrar evidencia convincente. Aunado a esto, los expertos dicen que es difícil imaginar que un programa secreto ruso de este tipo, pueda pasar desapercibido por el aparato de inteligencia estadounidense de $80 mil millones de dólares.
© 2020-2021 BlockTrendy.com | Breaking News & Top Stories, Latest World News, Viral stories, Technology, Blockchain and more! – Para leer más sobre nuestros principios y prácticas periodísticas ingrese aquí.
0 Comments