La inflación en EEUU sigue subiendo y Yellen lo reconoce La secretaria del Tesoro, espera que los precios se mantengan elevados hasta la mitad del próximo año, pero no cree que pierdan el control de la inflación.

Este domingo, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, aseguró que no cree que se vaya “a perder el control” de la inflación en el país, aunque reconoció que espera que los precios se mantengan elevados hasta la mitad del próximo año.

On #CNNSOTU @SecYellen says she expects inflation to return to normal levels by the second half of 2022 and pushed back on former Clinton Treasury Secretary Larry Summer’s fears that the Biden administration is losing control over inflation.https://t.co/USh9nUaa7F

— State of the Union (@CNNSotu) October 24, 2021

Durante una entrevista en el programa State of the Union de la cadena CNN al ser preguntada por la creciente preocupación sobre la persistente inflación, alimentada por los problemas de suministro globales, la secretaria Yellen dijo: “No creo que vayamos a perder el control de la inflación”.

Yellen recalcó que la tasa de inflación anual “se mantendrá alta el próximo año debido a lo que ya ha ocurrido”, pero sostuvo que espera “una mejora en la segunda mitad del próximo año”.

“A medida que avanzamos con la pandemia, espero que estos cuellos de botella remitirán. Y los estadounidenses volverán a la fuerza laboral a medida que las condiciones mejoren”, agregó la primera mujer al frente del Departamento del Tesoro en la historia de Estados Unidos.

La tasa de inflación cerró el pasado mes de septiembre en el 5,4%, lo que supone niveles no vistos en el país en más de una década. Por otro lado, el gasto de los consumidores, que en Estados Unidos representa casi dos tercios de la actividad económica, ha contado con generosas distribuciones de dinero que ha emitido la Federal Reserve System (Fed), “Sistema de la Reserva Federal” por orden del gobierno desde marzo de 2020.

Hace unas semanas atrás, la Fed expresó preocupaciones similares sobre la hiperinflación que parecía ser de carácter permanente. En las actas de su última reunión de política del 21 al 22 de septiembre, ciertos funcionarios del banco central “expresaron su preocupación de que las tasas elevadas de inflación podrían repercutir en las expectativas de inflación a largo plazo de los hogares”.

De hecho, la Fed haciendo control de daños, ha señalado que podría comenzar la retirada gradual del estímulo monetaria en su próxima reunión de noviembre, mediante la reducción en el volumen de su programa de compra mensual de bonos por valor de 120,000 millones de dólares.

A pesar de todo, la Fed mantiene los tipos de interés en el rango cercano a cero y las citadas inyecciones de liquidez desde marzo de 2020, para apoyar a la economía tras el impacto de la pandemia. Por un lado la Fed en septiembre, rebajó sus previsiones de crecimiento económico hasta el 5.9% este año, frente al 7% estimado hace tres meses; mientras que por el otro elevó levemente las de inflación del 3.4% al 4.2% para final de 2021.

Pero es que los precios al consumidor aumentaron un 8,6 por ciento el año pasado debido a las crecientes tarifas de energía que están obstaculizando aún más las cadenas de suministro debido a la falta de personal debido a las estrictas regulaciones de COVID-19 y las crecientes licencias por enfermedad.

Y es que el Bureau of Labor Statistics (BLS), “Oficina de Trabajo y Estadísticas”, fue el que informó en su resumen del comunicado de prensa del índice de precios al productor, informó que “el índice de demanda final aumentó un 8,6 por ciento para los 12 meses que terminaron en septiembre, el mayor avance desde que se calcularon por primera vez los datos de 12 meses en noviembre de 2010”.

Los índices de alimentos y vivienda también aumentaron en septiembre, contribuyendo con más de la mitad del «aumento mensual de todos los artículos ajustados estacionalmente», dijo el US Department of Labor (DOL), “Departamento de Trabajo”.

De acuerdo con el DOL, el índice de energía aumentó un 1.3% el mes pasado, el índice de gasolina subió un 1.2%, el índice de alimentos subió un 0.9% y el índice de alimentos en el hogar subió un 1.2%. “El índice para todos los artículos menos alimentos y energía subió un 0.2 por ciento en septiembre, después de haber aumentado un 0.1 por ciento en agosto”, dijo el informe del DOL.

“Junto con el índice de vivienda, los índices de vehículos nuevos, mobiliario y operaciones del hogar y seguros de vehículos de motor también aumentaron en septiembre. Los índices de tarifas de aerolíneas, indumentaria y automóviles y camiones usados ​​disminuyeron durante el mes”.

La escasez de energía en China, el aumento de las materias primas y la falta de recursos humanos en combinación con los desajustes ocasionados en las redes mundiales en las cadenas de suministros, que causan demoras en la entrega de materiales y productos, han impulsado los costos de muchos productores de bienes de consumo, lo que a su vez influye en los precios de los consumidores.

Aunado a ello, la inflación en Estados Unidos se ve potenciada por empuje de los sueldos al alza para retener al personal que se tiene activo, debido a la escasez de mano de obra.

Obviamente, la continuada subida de precios en el país ha generado inquietud en el país, especialmente debido a que la Fed a comienzos de año señaló que sería de carácter “transitoria”, tras el cierre del primer semestre del año, tuvo que reconocer que podría durar más de lo anticipado y que sería más alta de lo estimado inicialmente.

No cabe duda que la inflación, está pasando factura en la evaluación de la gestión del presidente Joe Biden, quien ahora mismo está en los niveles de aprobación más bajos desde que comenzó su mandato el pasado 20 de enero. La administración Biden está plagada de críticas tanto de demócratas como de republicanos que culpan a las políticas de la administración por la actual crisis financiera.

Para aliviar las preocupaciones sobre la ralentización de las cadenas de suministro en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, California, el presidente Biden y su administración, lograron un acuerdo, para que los puertos de California que suman el 40% de los contenedores que ingresan a los Estados Unidos pasan por uno de estos dos puertos, se mantengan operativos las 24 horas.

“Después de semanas de negociación y trabajo con mi equipo y con el sindicato principal y los minoristas y transportistas, el Puerto de Los Ángeles anunció hoy que comenzará a operar las 24 horas del día, los siete días de la semana”, anunció Biden.

“Además, FedEx y UPS, dos de los transportistas de carga más grandes de nuestro país, se comprometen hoy a aumentar significativamente la cantidad de bienes que mueven por la noche. FedEx y UPS son los remitentes de algunas de las tiendas más grandes de nuestra nación, pero también realizan envíos a decenas de miles de pequeñas empresas en todo Estados Unidos”, agregó el presidente Biden.

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