Este miércoles 6 de enero, permanecerá en la historia de los Estados Unidos como el día en que se trató de amedrentar a un poder constituido como el Congreso bicameral para detener la sesión que recibiría los resultados del Colegio Electoral que certifican la victoria del presidente electo Joe Biden. Para ello, un masivo grupo seguidores del presidente Donald J. Trump, ingresaron al edificio del Capitolio, tras rodearlo desde tempranas horas.
Decenas de miles de partidarios, comenzaron a rodear el Capitolio hasta que entraron forzando puertas y rompiendo ventanas. El edificio se había cerrado para proteger a los Senadores y Representantes de ambas cámaras.
Todo comenzó después del mediodía, cuando el presidente Trump, lanzó un discurso incendiario que dirigió a sus simpatizantes hacía el Capitolio. Trump les dijo que marcharan “pacíficamente” hasta el Congreso y que él se les uniría para marchar con ellos. Producto de esta aventura incendiaria, perdieron la vida cuatro personas, 14 policías fueron heridos y al menos 52 personas fueron arrestadas por los distintos cuerpos de seguridad.
Ashli Babbit fue la primera persona confirmada como fallecida, después de recibir un disparo en el pecho cuando ella y decenas de otros manifestantes violaron los perímetros de seguridad en el Capitolio el miércoles por la tarde. Su esposo reveló su identidad al medio de noticias de San Diego KUSI.
En la entrevista su esposo dijo que Babbit era una veterana con 14 años de servicio, que sirvió en cuatro giras con la Fuerza Aérea como «oficial de seguridad de alto nivel«, que además era una ferviente partidaria de Trump y «una gran patriota para todos los que la conocieron«.
Todavía no se sabe quién disparó a Babbit, aunque el Metropolitan Police Department (MPD), “Departamento de Policía Metropolitana“, de Washington DC está llevando a cabo la investigación sobre su muerte.
Sin embargo, relatos de testigos y los videos del incidente sugirieron que la policía pudo haberle disparado mientras intentaba trepar por una ventana rota cerca de las cámaras del Congreso.
La policía de DC dijo que otras tres personas murieron en los terrenos del Capitolio el miércoles debido a «emergencias médicas individuales» no especificadas, de acuerdo con un reporte de Politico. Mientras que a varias cuadras de donde se realizaba el asalto al Capitolio, un hombre fue apuñalado afuera del Trump International Hotel, informó TMZ.
El Pentágono activó este miércoles a todos los reservistas de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia, alrededor de 1,100 soldados, para tratar de contener la insurrección en el Capitolio de cientos de seguidores del presidente Trump.
Reminder: A citywide curfew for the District of Columbia is in effect from 6:00 p.m. on Wednesday, January 6, until 6:00 a.m. on Thursday, January 7.
— Mayor Muriel Bowser (@MayorBowser) January 6, 2021
Los militares llegaron con la orden de hacer cumplir el toque de queda impuesto por la alcaldesa de Washington DC Muriel Bowser, a partir de las 6 pm y hasta las 6 am, en toda la ciudad. A pesar del toque de queda, cientos de manifestantes permanecían en los terrenos del Capitolio.
No fue sino hasta después de las 23:00 horas, que se detuvieron a 30 personas por violar el toque de queda. Adicionalmente otros manifestantes fueron arrestados antes por actividades relacionadas con las protestas durante el martes y miércoles, dijo la policía.
En los terrenos del Capitolio en la sede de los Comités Nacionales Republicano y Demócrata, se retiraron dos bombas caseras. Durante la detección y remoción de estas bombas, se encontró un camión lleno de armas largas y cócteles Molotov.
I have issued Mayor’s Order 2021-003, extending the public emergency declared earlier today for a total of 15 days, until and unless provided for by further Mayoral Order.
— Mayor Muriel Bowser (@MayorBowser) January 7, 2021
Adicionalmente, la alcaldesa de DC Bowser, declaró el estado de emergencia en la ciudad durante los próximos 15 días hasta el día después de la inauguración de Biden como presidente.
Horas antes, el presidente electo Biden dijo en un anuncio televisado: «Hago un llamado al presidente Trump para que aparezca en la televisión nacional ahora para cumplir su juramento y defender la Constitución y exigir el fin de este asedio… Presidente Trump: dé un paso al frente. Que Dios bendiga a Estados Unidos. Que Dios proteja a nuestras tropas ya toda esa gente en el Capitolio que está tratando de mantener el orden«.
Biden dijo al final de su discurso en tono firme y visiblemente molesto: «Permítanme ser muy claro: las escenas de caos en el Capitolio no representan quiénes somos. Lo que estamos viendo es un pequeño número de extremistas dedicados a la anarquía. Esto no es desacuerdo, es desorden. Bordea la sedición y debe terminar. Ahora«.
Varios minutos después Trump rompió el silencio y en un vídeo que publicó en Twitter, el que le decía a sus seguidores «muy especiales» dentro del Capitolio que los «amaba» y agregó: «Tuvimos una elección que nos robaron. Y todo el mundo lo sabe. Especialmente el otro bando. Pero tienen que irse a casa ahora. Tenemos que tener paz«.
Este vídeo no se puede publicar ahora, debido a que Twitter, bloqueó la cuenta del presidente Trump, por 12 horas y le señaló que debe borrar los últimos 3 tweets para reactivar su la misma.
Una vez que los cuerpos policiales aseguraron el edificio del Capitolio, tras un receso de más de 5 horas, los miembros de la Cámara Baja y el Senado regresaron al Capitolio y justo antes de las 8 pm reanudaron la sesión para certificar el recuento del Colegio Electoral de las elecciones presidenciales.
En los vídeos se podía observar cómo los legisladores estaban flanqueados por guardias armados como medida de protección mientras regresaban a ambas Cámaras. Nancy Pelosi, la presidenta de Cámara de Representantes, anunció que la certificación se reanudaría en una carta a los colegas demócratas, escribiendo: «Hemos decidido que deberíamos proceder esta noche en el Capitolio una vez que esté autorizado para su uso«.
Además, Pelosi dijo que esperaba que la sesión se acortara tras el incidente del asalto al Congreso, pues entendía que las objeciones republicanas a la certificación de la elección de Biden eran menos, dando a entender que algunos representantes y senadores podrían haber cambiado de opinión.
“Siempre supimos que esta responsabilidad nos llevaría a la noche. La noche aún puede ser larga, pero tenemos la esperanza de una agenda más corta, pero nuestro propósito se cumplirá”, dijo.
We condemn the violence that took place here in the strongest possible terms. We grieve the loss of life in these hallowed halls, as well as the injuries suffered by those who defended our Capitol today.
— Mike Pence (@Mike_Pence) January 7, 2021
El vicepresidente Mike Pence, reabrió el Senado condenando el violento asedio en los términos más enérgicos posibles, pero en todo caso, no endilgó la responsabilidad del hecho a Trump. «Para aquellos que causaron estragos en nuestra capital hoy, no ganaron«, dijo Pence y agregó: «La violencia nunca gana. La libertad gana. Y esta sigue siendo la casa del pueblo».
El vicepresidente, que preside la sesión especial del Senado, lo calificó como un «día oscuro en la historia del Capitolio de los Estados Unidos«.
— Mike Pence (@Mike_Pence) January 6, 2021
El vicepresidente Pence más temprano en la mañana una carta pública desafió al presidente Trump, al afirmar que no tiene autoridad para rechazar los votos electorales que darán la victoria a Biden. En la carta que hizo pública en su cuenta Twitter minutos antes de la ceremonia que el vicepresidente Pence debía presidir en el Senado, expresó: “Es mi juicio meditado que mi juramento de apoyar y defender la Constitución me impide asumir una autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contar y cuáles no”.
Esto no detuvo al presidente Trump, que llevaba días presionado públicamente a Pence para que descartara los votos de los estados donde ganó Biden. De hecho, en el acto de este miércoles en DC, Trump siguió presionando a Pence para que hiciera lo que él le pedía.
Muchos analistas, comentaristas, Youtubers, locutores, podcasters, soñaban con que Pence haría lo que pedía el equipo de campaña de Trump, pero al final esto no sucedió y Pence entendió que no existe en la Constitución de los Estados Unidos esta capacidad legal.
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