Estados Unidos vive una época de cambios sin precedentes, con ciudadanos en las calles mostrando su indignación por el racismo que subyace en la sociedad norteamericana. Desde todos los sectores de la sociedad, se ha manifestado un profundo descontento con la manera en que la policía ejercer su función con exceso de fuerza cuando tratan con afroamericanos, hispanos e inmigrantes en general.
Este descontento social expresado a través del movimiento Black Lives Matter, esta semana ha derivado en el derribo, quema y destrucción de algunas estatuas relacionadas como símbolos más representativos de la esclavitud y la opresión de minorías en muchas ciudades del país, como las de Jefferson Davis, Williams Carter Wickham, Robert E. Lee, Charles Linn, Frank Rizzo, entre cuales también fueron afectadas al menos cinco estatuas del marinero italiano Cristóbal Colón. Ciudades como Richmond, Virginia; Houston, Texas; Boston, Massachusetts; Miami, Florida, y St. Paul, Minnesota, fueron los escenarios donde estas estatuas terminaron derrumbadas y destruidas dentro de los EEUU.
Las estatuas de Colón en el pasado también han sido marcadas con esta simbología relacionada con el genocidio, en países socialistas como Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela, en los cuales se ha llegado a incluso a suprimir casi en su totalidad las imágenes del navegante genovés luego de manifestaciones realizadas en el marco de “supuestas” acciones reivindicativas de los pueblos indígenas.
La figura de Colón, es histórica por haber viajado desde el continente europeo para buscar una nueva forma de llegar a las indias, sin embargo en lugar de eso, llegó a nuevo continente que no figuraba en los mapas y rutas de navegación de la época, el 12 de octubre de 1492, cuando tocó tierra en la isla de Guanahani, situada en las Bahamas. Sin lugar a dudas, el descubrimiento de esta ruta, comercial a un continente rico en recursos, inició la conquista europea que llevó a la aniquilación de los pueblos nativos de la región, algo que hoy en día sigue siendo motivo de debate.
Algunos de poco más de mil manifestantes en el Byrd Park, gritaban: “Colón representa el genocidio”, mientras una gran mayoría coreaban «derribémoslo«, marcando con pintas las bases de su monumento, antes de comenzar a derribar la estatua de Colón en Richmond. Mientras que la activista social y comunitaria Chelsea Higgs-Wise, una luchadora pro equidad racial de la plataforma de poder colectivo Marijuana Justice, recordó a los asistentes que, «Tenemos que comenzar donde comenzó todo, tenemos que comenzar con las personas que fueron las primeras en esta tierra«, para referirse a las razones históricas del racismo en américa por lo que comenzaron a planificar lanzar la estatua del navegante al lago.
Este hecho sucedió el pasado martes en medio de la manifestación en el Byrd Park, situado en la ciudad de Richmond, Virginia donde esta estatua de Colón fue derribada, incendiada y luego lanzada a un lago, según lo informado por diario Richmond Times-Dispatch, sin que hubiera presencial policial para evitarlo, aunque el día de ayer fue recuperada del lago donde fue lanzada.
Sin embargo, este no fue el único hecho registrado contra alguna estatua de Coló, ya que en Boston fue decapitada una estatua de piedra de Colón que está ubicada en el North End, un barrio tradicionalmente italiano, según medios locales. En Houston, otra estatua del genovés que está situada en Bell Park, amaneció este jueves con pintura roja, junto un mensaje dejado en el pedestal: “Corten la cabeza de su opresor” la cual pone en debate si se quedará o será retirada del lugar. También en St. Paul, Minneapolis, ayer por la tarde frente a las puertas del Capitolio estatal, fue derribada otra estatua de Colón que tiene unos 10 pies de altura aproximadamente, cuando un grupo de manifestantes la derribó de su pedestal y pateó la cabeza sin que la policía del estado interviniera.
La figura de Colón es controversial en el continente americano, y Estados Unidos no es ajeno a esta realidad, ya que varias veces activistas pro derechos de los pueblos originarios en ese país, han solicitado cambiar lo que se conoce oficialmente en Estados Unidos como el Columbus Day, “Día de Colón” que se celebra el 12 de octubre, para llamarse “Indigenous Peoples’ Day”, el “Día de los Pueblos Indígenas”. Estos activistas pro derechos indígenas, señalan que la llegada de Colón a América marcó el inicio de siglos de genocidio de los pueblos originarios.
Este mismo día se celebra en la mayoría de los países en América Latina y es conocido como el Día de la Raza, salvo en países como Nicaragua y Venezuela que le cambiaron el nombre a Día de la Resistencia Indígena.
No obstante, a pesar de las constantes solicitudes de los activistas, hasta ahora ninguna administración se ha abocado a revisar esta solicitud de cambio: De hecho, la administración del presidente, Donald Trump, tampoco lo ha considerado y propio presidente el año pasado declaró que el “valiente viaje de Colón al Nuevo Mundo unió dos continentes”, y su “audaz legado” y “espíritu de aventura” provocan “inspiración”.
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