Desde hace varios años atrás, la sociedad china ha venido enfrentando el grave problema de la disminución dramática de la natalidad y de unos años para acá, de las bodas. Ello ha generado preocupación en las autoridades del Partido Comunista Chino (PCCh), frente al futuro de China como potencia, al ver cómo los jóvenes chinos están teniendo dificultades para tener pareja.
Muestra de ello, es que las tasas de matrimonio y natalidad en China, cayeron a mínimos históricos durante 2022, lo que ocasionó la primera disminución de la población en 60 años, afectando también a los enlaces matrimoniales entre parejas.
Poniendo esto en cifras, en 2022 hubo sólo 6,83 millones de matrimonios en China en una población de más de 1.425 millones de habitantes, unos 800.000 matrimonios menos que en 2021, un número muy inferior a los 13,47 millones que se registraron en el 2013.
De hecho, la cifra de matrimonios del año pasado fue el nivel más bajo desde que el gobierno comenzó a publicar los datos en 1986. Por otro lado, la edad legal mínima para contraer matrimonio en China, es 22 años para los hombres y 20 años para las mujeres, lo que también ha influido en las decisiones sobre bodas en ese país.
Dado que el número de parejas que se casan ha venido disminuyendo sustancialmente, se ha reducido de forma considerable la tasa de natalidad en la población, afectando las perspectivas de las políticas a largo plazo del gobierno central chino.
Tras estos números, en varias instancias del Gobierno chino se ha animado a su población a revertir esta tendencia. Por ejemplo, en el condado de Changshan de la provincia de Hunan, en el este de China, se realizó una oferta en metálico a las jóvenes parejas que decidan contraer matrimonio.
En medio de este esfuerzo de las autoridades locales del condado de Changshan, por promover el “matrimonio y la maternidad apropiados para la edad”, se ofreció a las parejas una “recompensa” de 1.000 yuanes (137 dólares) si la novia tiene 25 años o menos, para incentivar a los jóvenes a casarse.
Este mismo incentivo, existe en otras provincias, como en la provincia de Zhejiang ubicada también al este de China, que abarca un interior rural y centros urbanos a lo largo del Mar de la China Oriental, que también ofrece 1.000 yuanes a las personas que tengan novia de 25 o menos años y que estén listos para contraer matrimonio.
Pero, hasta el momento este programa de incentivos ha generado más rechazos de lo que esperaban las autoridades del PCCh, ya que los jóvenes consideran que es “insensato” ofrecer una recompensa monetaria para influir en una decisión tan importante y decisiva como lo es, tener una pareja para formar una familia y un hogar.
Literalmente, existe gran preocupación en las autoridades del PCCh, debido a la primera caída demográfica de China en seis décadas y el rápido envejecimiento de su población. Por ello, las autoridades están probando urgentemente una serie de medidas para elevar la tasa de natalidad, incluidos incentivos financieros y mejores instalaciones de cuidado infantil e incluso recompensas.
Y es que en la actualidad, existe una nueva realidad social y económica que es cada vez más compleja para millones de jóvenes en ese país, que poseen perspectivas de vida completamente diferentes.
El principal causante de este descalabro en las cifras de matrimonio y natalidad, ha sido la difícil situación económica, el aumento del desempleo, la crisis inmobiliaria, la depresión, que entre otros motivos no menos importantes de carácter social, han provocado que los jóvenes chinos hayan cambiado sus tradiciones casi ancestrales.
Estos factores de peso, han llevado a que los jóvenes chinos no piensen en el matrimonio como algo fundamental en sus vidas y ya no quieran tener hijos. Lo que sin duda, es un reflejo de la denominada epidemia de soledad que estaría viviendo el mundo.
“Tener hijos es muy agotador y no me gustan los niños…. Pero es imposible encontrar a un hombre que no quiera tener hijos. Para un hombre no tener hijos… Es como matarlo”, dijo Chen, una joven de 20 años.
Chen, que ha tenido más de 20 citas que le ha organizado su madre para conseguirle pareja, no ha logrado conectar con la persona que tiene en mente para unirse en matrimonio, porque simplemente dice que cada cita ha sido peor que la anterior.
Según Chen, la única condición que ella pone para contraer nupcias, es que ella no quiere tener hijos, por lo que muchos de esos pretendientes, terminan rechazándola por ese motivo, ya que los hombres en China buscan una mujer para tener hijos.
No obstante, los padres de Chen, no pierde la esperanza y continúan presionando a la joven para que contraiga matrimonio y tenga hijos. Sin embargo, la presión familiar y de la sociedad, choca con la realidad económica, social y hasta sentimental, lo cual ha sido un tema bastante complejo para las nuevas generaciones de chinos.
Hasta el momento, las investigaciones en el área social estiman que parte del problema es que los solteros en China se encuentran dispersos en sus ubicaciones geográficas y tienen acceso al dinero en formas dispares. Mientras la gran mayoría de las mujeres chinas solteras están en las ciudades, los hombres solteros de ese país, se encuentran residenciados en el sector rural donde la población es de mayor edad.
A esta realidad, se suma el factor económico, ya que la brecha salarial entre la ciudad y la zona rural, es amplia, lo que lleva a generar mayor presión en los hombres solteros en China, ya que estos al vivir en el campo, se ven obligados a luchar para asegurar el dinero necesario que les permita tener una novia y demostrar su capacidad económica para atender una familia.
Por otro lado, las mujeres rurales también han postergado su decisión de encontrar una pareja para contraer matrimonio debido al tema de los ingresos en las zonas rurales. En cambio, las mujeres de la ciudad, ahora consideran que tener hijos ya no es una obligación sino una elección, por lo que ahora se esfuerzan menos por tener un esposo.
Luego está el rol social del hombre en China que también ha influido en esta situación de la disminución de las cifras de matrimonio, ya que muchas mujeres recién casadas se han tenido que enfrentar solas a la crianza de sus hijos, debido a que los hombres no ayudan con las tareas del hogar, bien sea por un tema de crianza o por el exceso de carga de trabajo.
Y es que, una parte de la población masculina, se ha visto en la necesidad de atender dos empleos para mantener a su familia, lo que les resta tiempo de calidad con sus parejas e hijos. Otra parte de los hombres en China, también han tenido que dedicarle más horas a sus empleos para conservarlo, en vista que el mercado está saturado a nivel competitivo.
Cualquier empresa para un mismo cargo, posee decenas sino centenares de candidatos con excelente perfil que compiten por sus cargos. De allí que para muchos investigadores del tema social en China, es parte de los dilemas actuales a los que se están enfrentando las nuevas generaciones de jóvenes.
Esto ha llevado a las nuevas generaciones a que vean la vida de forma totalmente diferente a como se veía hace 30 o 40 años atrás. Para ellos, casarse y tener hijos no es una prioridad. En ese sentido, muchas parejas que están en edad de tener hijos a pesar de los incentivos, prefieren tener una mascota.
A pesar de esta nueva realidad social, los padres chinos continúan en su empeño de lograr que sus hijos dejen una descendencia que extienda la familia, algo que a la luz de los datos, sus hijos no están dispuestos a llevar a cabo.
© 2020-2023 BlockTrendy.com | Breaking News & Top Stories, Latest World News, Viral stories, Technology, Blockchain and more! – Para leer más sobre nuestros principios y prácticas periodísticas ingrese aquí.
0 Comments