La semana pasada, la policía federal de Brasil, dijo que estaba investigando al expresidente de ese país, Jair Bolsonaro, ya que al parecer de acuerdo a lo registrado en vídeo, mientras estaba manejando una moto acuática durante un día festivo, presuntamente “acosó” a una ballena jorobada.
En el vídeo grabado en el pasado mes de junio, en las aguas frente a la costa sureste de Brasil, cerca de la ciudad de São Sebastião, un hombre muy parecido al expresidente Bolsonaro aparentemente fue visto con su moto acuática a unos escasos 15 metros de una ballena jorobada que había emergido, lo que constituye un delito ambiental bajo las leyes brasileñas.
Bolsonaro, durante su mandato nunca observó las políticas antiambientales de Brasil, y permitió la tala y quema de una gran extensión del Amazonas lo que le valió el apodo de “Capitán Motosierra”. Sus críticos lo acusaron de desmantelar deliberadamente las protecciones ambientales con consecuencias catastróficas para la naturaleza y el medioambiente.
Y es que, en su administración de cuatro años hubo una marcada destrucción ambiental y la aplicación de las leyes de protección de la fauna y flora se relajó de forma sustancial, bajo la promesa de la generación de mayores ingresos provenientes de la explotación de los recursos naturales.
Sin embargo, este último presunto delito ambiental de acosar a una ballena jorobada por el que las autoridades policiales brasileñas, apuntan a Bolsonaro, sería la gota que rebasó el vaso. “El hombre, que se cree que es Bolsonaro, estaba grabando un vídeo con un teléfono móvil mientras la ballena realizaba comportamientos aéreos que sugerían angustia o malestar”, informó el sitio web brasileño de noticias iG.
En Brasil, las leyes prohíben “el acoso deliberado a cualquier especie de cetáceo” como los delfines o las ballenas jorobadas, a los cuales los humanos a bordo de embarcaciones, no pueden acercarse a menos de 100 metros de dichos animales, de acuerdo a las normas aplicadas por el Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis (IBAMA), “Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables”.
Esto aplica incluso para todo tipo de barcos con motores en marcha. Los marinos también tienen prohibido perseguir o invadir el espacio de manadas de delfines o ballenas, o hacer “ruido excesivo, como música, cualquier tipo de percusión u otros [sonidos]… dentro de los 300 metros de cualquier cetáceo” y la policía federal investiga a Bolsonaro por haber incurrido en este delito.
Pero este no es el único delito medioambiental ha cometido el expresidente, ya que hace poco más de una década, el propio Bolsonaro fue multado por pesca ilegal dentro de una reserva marina frente a la costa de Río de Janeiro.
No obstante, haber molestado a una ballena jorobada, es el menor de los problemas para el expresidente Bolsonaro, ya que un año después de haber perdido el poder, se enfrenta a varias investigaciones sobre presuntos delitos, aunque alguno que otro con un carácter político más que legal.
Y es que, el gobierno de su sucesor Luiz Inácio Lula da Silva, acusa a Bolsonaro de una multitud de presuntos delitos, entre ellos planear un golpe de estado contra el actual presidente, apropiación indebida de joyas caras y falsificación de registros de vacunación contra el COVID-19.
Esta tensa situación jurídica del presidente Bolsonaro, lleva a creer a algunos de sus seguidores, que posiblemente pueda terminar en prisión. No obstante, en todo caso Bolsolnaro está atado de manos, ya que no podrá aspirar a medirse en una contienda electoral en Brasil hasta 2030, debido a que está inhabilitado políticamente.
Por su parte, el expresidente Bolsonaro desestimó el pasado sábado, la investigación en su contra por supuestamente asediar a una ballena jorobada y lo tildó como otro ejemplo de persecución política por parte de políticos y ambientalistas brasileños.
“Todos los días me acusan de algún tipo de travesura. Ayer acosamos a las ballenas”, dijo Bolsonaro a sus seguidores, antes de hacer un comentario despectivo sobre el actual ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, a quien comparó con una ballena.
Sin embargo, aunque Bolsonaro pueda tomarlo como una broma de mal gusto, su situación jurídica se hace cada vez más compleja. Por su parte, los seguidores del expresidente Bolsonaro también se burlaron de las acusaciones acuáticas en las redes sociales.
Estos le restan credibilidad a las investigaciones por considerar que ciertamente a Bolsonaro, al menos una vez al mes es nombrado por las autoridades para señalarlo en alguna investigación por algún presunto delito. De hecho, uno de los partidarios del expresidente señaló que la jorobada debía haber sido una fanática del expresidente que lo detuvo para pedirle una selfie.
En todo caso, pareciera que para el gobierno de Lula en Brasil, la prioridad es buscar la forma de acabar con el capital político de Bolsonaro para evitar que pueda volver a llegar al poder, un político con errores y desaciertos como todos, pero que aún conserva la simpatía de una porción importante del electorado brasileño.
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O mejor presidente do Brasil! 🇧🇷🤗🤗🤗