Casi todos hemos escuchado hablar de Vlad Tepes (Vlad III), pero básicamente es un personaje histórico que vivió en el Siglo XV, en Europa oriental, el cual ostentaba el importante título de príncipe de Valaquia (que junto a Moldavia y Transilvania constituyó el reino de Rumanía).
Ahora, un estudio publicado en la revista ACS Analytical Chemistry, apunta que posiblemente Vlad III, pudo haber poseído una rara condición que le hacía derramar lágrimas de sangre, luego de analizar una serie de documentos históricos, escritos de puño y letra por el propio Vlad III.
El estudio realizado por Maria Gaetana Giovanna Pittalà, Antonella Di Francesco, Annamaria Cucina, Rosaria Saletti, Gleb Zilberstein, Svetlana Zilberstein, Tudor Arhire, Pier Giorgio Righetti, y Vincenzo Cunsolo, nos acerca un poco al lado humano del príncipe rumano Vlad III.
La investigación, nos muestra una mirada más profunda sobre sus posibles trastornos respiratorios y de la piel, para comprender la complejidad de la salud de uno de los personajes más notorios de Europa en la antigüedad.
Sin embargo, antes de adentrarnos en la investigación, se hace preciso recordar quién fue este personaje y cuál fue su importancia. De hecho, el novelista y escritor irlandés Abraham “Bram” Stoker, escribió una de las novelas más famosas de todos los tiempos, basado en parte de la historia de Vlad Tepes, y no es otra que el Conde Drácula.
Una novela, que convirtió en leyenda a su protagonista, el cual es básicamente uno de los personajes más famosos del cine y la TV. De hecho, actualmente en este mundo hiperconectado pocas personas, desconocen quién es Drácula y su historia, gracias al impacto de la novela de Stoker, pero no todos conocen Vlad Tepes.
Drácula, en lengua nativa de Valaquia significaba “diablo”. Y es que el padre de Vlad III era conocido, por el apodo de Drácul. Es por ello, que Vlad III, el príncipe de Valaquia era conocido en su época como Vlad “Dráculea” Tepes, dado que la palabra “Dráculea” significa “hijo de Drácul”.
Vlad “Dráculea” Tepes, tenía un carácter caracterizado por la brutalidad, gobernó con puño de hierro y fue conocido por temible reputación. Su crueldad en las guerras contra los otomanos, era uno de los rasgos más impresionantes de su legado. Vlad, se encargó de empalar a sus enemigos en los campos de batalla, de allí viene su clásico apodo “El Empalador”.
De acuerdo a algunas estimaciones, fue responsable de la muerte de más de 80.000 personas a lo largo de su vida, un gran porcentaje de ellas por empalamiento. Además según tenía una costumbre documentada de vaciar la sangre de sus víctimas en un cuenco, en el cual luego mojaba el pan mientras comía.
Su determinación en las batallas convirtió a Vlad III, en todo un héroe en su tierra, mientras que para sus enemigos era toda una pesadilla. Pero Vlad III o Vlad “Dráculea” Tepes, lejos de ser inmortal como en la obra de Stoker, falleció en 1476 a los 45 años de edad, aunque su despiadada leyenda de terror aún continúa intacta hasta nuestros días.
No obstante, con este marco de fondo, un grupo de investigadores decidió indagar en los documentos históricos para descubrir información este importante personaje, por lo que al examinar tres cartas escritas por el propio Vlad en el siglo XV, el estudio determinó el estado de salud del príncipe.
Estas tres cartas escritas en 1457 y 1475, fueron dirigidas a Thomas Altemberger, el gobernante de Sibiu, Transilvania. Tras su análisis se pudo conocer que Vlad padecía problemas de salud bastante inusuales.
A través de tecnologías sofisticadas y sensibles como la espectrometría de masas (MS) de alta resolución y la técnica no invasiva y no dañina, conocida bajo el acrónimo EVA (etileno-acetato de vinilo), los investigadores con un gran interés en analizar elementos del Patrimonio Cultural Mundial, examinaron a fondo estas misivas.
El estudio se basa en resultados de la caracterización MS de los péptidos y proteínas cosechados por la tecnología EVA aplicada a estas cartas. Para ello, se usó un espectrómetro de masas Thermo Fisher Scientific Orbitrap Fusion Tribrid (Q-OT-qIT) (Thermo Fisher Scientific, Bremen, Alemania) acoplado en línea con un sistema de cromatografía nano-líquido Thermo Scientific Dionex UltiMate 3000 (Sunnyvale, CA).
Combinando la tecnología MS de alta resolución y EVA, se llevó a cabo una exploración en profundidad de tres documentos originales escritos por el príncipe rumano Vlad III, lo que permitió, identificar y aislar péptidos y proteínas presentes en los documentos, ofreciendo un vistazo a la composición fisiológica del temible gobernante.
Según el estudio, se lograron caracterizar alrededor de 100 péptidos antiguos de origen ciertamente humano y más o menos 2000 provenientes del medio ambiente (bacterias, virus, insectos, hongos y viridiplantae). En particular, se detectaron péptidos asociados con proteínas sanguíneas y proteínas relacionadas con el sistema respiratorio en los tres documentos.
Aunque, en total se caracterizaron unos 500 péptidos, alrededor de 100 péptidos eran los interesantes porque eran de origen ciertamente humano. En conjunto, los datos encontrados podrían indicar que, según algunas historias, probablemente Vlad III padeció, al menos en los últimos años de su vida, de una condición patológica llamada “hemolacria”.
Esta rara condición, se refiere a la capacidad de la persona, de producir lágrimas que están parcialmente compuestas de sangre, lo cual puede manifestarse como lágrimas que contienen algunos tonos rojizos a parecer estar hechas enteramente de sangre.
Además, esta condición, pudiera ir acompañado a veces de sangrado nasal, dolor de cabeza y sangre que mana del cuero cabelludo o de los oídos, lo cual le conferiría al brutal y sádico Vlad III unas cualidades fisionómicas ciertamente siniestras.
Por otra parte, el estudio también encontró que probablemente padecía también procesos inflamatorios de las vías respiratorias y/o de la piel. Ya que entre los péptidos descubiertos estaban los relacionados con la “ciliopatía”, una rara mutación genética que afecta la función celular y de los órganos.
La ciliopatía, es un conjunto de enfermedades de causa genética que tienen en común la afectación de un orgánulo intracelular denominado cilio primario. Sin embargo, en las ciliopatías debido a alguna mutación genética, el cilio primario tiene una función alterada, lo que da origen a diferentes enfermedades con síntomas variables dependiendo de cada mutación particular.
En concreto, para los investigadores a la luz de estos resultados, consideran que es posible que el príncipe rumano Vlad III, haya padecido de esta peculiar condición de llorar lágrimas de sangre, junto a otras particularidades en la condición de su salud.
Aunque, los investigadores están conscientes, que es posible que más personas durante la época medieval hayan podido haber tocado estos documentos, también presumen “que las proteínas antiguas más prominentes deberían estar relacionadas con el Príncipe Vlad el Empalador, quien escribió y firmó estas cartas”.
Por los momentos, los investigadores están satisfechos con los resultados obtenidos gracias al alto rendimiento y la sensibilidad de la MS de alta resolución junto con la técnica EVA, los cuales al ser un método de muestreo que no contamina ni daña los documentos bajo investigación, puede emplearse a varios otros casos de relevancia histórica para arrojar más luz sobre documentos importantes de nuestro pasado como seres humanos.
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