Este viernes el conteo de muertes tras el paso del huracán Ida y sus remanentes en Estados Unidos, ascienden a 63, incluidas 13 en el sur y 50 en los estados del noreste de la nación, donde los restos de la extraordinaria tormenta arrasaron la región este miércoles en la noche causando la mayor cantidad de muertos.
Desde que el huracán Ida, entró en Luisiana, donde la tormenta tocó tierra, la devastación que dejó tardará meses en ser reparada. De hecho, todavía no hay electricidad para cientos de miles de personas que viven cercanas a la costa, ya que los daños en las líneas de transmisión son verdaderamente grandes.
Esto se traduce en escasez de alimentos, agua y por supuesto combustible lo cual afecta muchos a los residentes del estado y además entorpece las labores de ayuda. El presidente Joe Biden visitó el estado de Luisiana el día de hoy para examinar los daños dejados del huracán Ida.
Durante su visita, el presidente se reunió con líderes locales, examinó algunos de los daños de la tormenta y pronunció comentarios en la ciudad de LaPlace, ubicado en la parroquia de St. John the Baptist. Igualmente, el presidente Biden, participó en un recorrido aéreo por algunas de las comunidades más afectadas por la tormenta y se reunió con líderes en la parroquia de Lafourche.
Mientras que la situación en el todo el noreste de Estados Unidos sigue siendo crítica, luego que las lluvias récord causaron inundaciones sin precedentes, que sorprendieron a muchas personas en sus automóviles y hogares, causando la muerte de personas que vivían en alojamientos improvisados por debajo del nivel de la calle, pues residían en sótanos de inmuebles.
Los restos del huracán Ida arrojaron lluvias torrenciales, generaron 9 tornados confirmados en Nueva Jersey, Pensilvania, Maryland y causaron decenas de muertes en las áreas donde pasó la tormenta. Hasta ahora, en el noreste, al menos 50 muertes se han atribuido a la tormenta.
Este miércoles se declaró una emergencia por inundación repentina por primera vez en la ciudad de Nueva York cuando las estaciones de metro se convirtieron en cascadas y las calles de Midtown se convirtieron en ríos, una declaración de emergencia que también se extendió a todo el estado de Nueva York.
En una conferencia de prensa el viernes por la mañana, la gobernadora Kathy Hochul dijo durante una sesión informativa el jueves por la mañana que su enfoque estará en la prevención de inundaciones.
«Antes nos preocupamos por las áreas costeras, ahora se trata de lo que está sucediendo en las calles, los sistemas de drenaje que necesitan ser mejorados«, dijo la gobernadora de Nueva York. «Debido al cambio climático, desafortunadamente, esto es algo con lo que tendremos que lidiar con gran regularidad«.
La mayoría de las víctimas mortales de la ciudad se produjeron en Queens. El jueves por la tarde, el propietario de un apartamento en Flushing llamó al 911 para decir que había tres cuerpos sumergidos en un sótano inundado, según el New York City Fire Department (FDNY), «Departamento de Bomberos de Nueva York«.
Durante la inundación, 835 pasajeros del metro fueron rescatados, más de 100 personas fueron rescatadas en los condados de Rockland y Westchester, pero también hubo 69 rescates acuáticos, incluidos 18 en el US Open en Queens, dijo la policía. Además, casi 500 autos fueron abandonados de acuerdo con las autoridades.
Como se recordará, el US Open tuvo que pausar un partido de tenis ya que la cancha se inundó el miércoles por la noche, a pesar de que había un techo, debido a la lluvia que caía en el costado del estadio.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el jueves por la mañana que el número de muertos en la Gran Manzana era de nueve, pero más tarde ese número aumentó a 13. «Vimos una tormenta horrible anoche. A diferencia de todo lo que hemos visto antes«, dijo de Blasio. «Desafortunadamente, el precio que pagaron algunos neoyorquinos fue horrible y trágico«.
Al menos 11 personas que murieron en la tormenta, fallecieron ahogadas en sus alojamientos no autorizados subterráneos, dijo de Blasio este jueves. Todavía este viernes por la mañana, habían al menos 8,000 residentes sin electricidad en Nueva York, según PowerOutage.US, pero durante el día se solucionaron las fallas.
El alcalde de Nueva York, también anunció la creación de un Plan de Respuesta a la Lluvia Impulsado por el Clima para mejorar el sistema de alerta meteorológica de la ciudad. Dijo que la ciudad también formaría un Grupo de Trabajo de Respuesta a Climas Extremos de 30 días para examinar cómo la ciudad puede prepararse mejor y responder al clima severo.
Dijo que puede haber más prohibiciones de viaje en el futuro y que se centrará en las personas que viven en los sótanos, incluidas las advertencias puerta a puerta y una base de datos potencial de los residentes del sótano.
Por su parte, en Nueva Jersey, la crecida de los ríos fue sin precedente, un oficial de policía salvó a un hombre atrapado en su automóvil sumergido. Sin embargo, los cuerpos de rescate intensifican la búsqueda de dos estudiantes universitarios desaparecidos cuyo automóvil pudo haber quedado sumergido tras la inundación del río en Wayne.
Este jueves, el gobernador Phil Murphy recorrió los daños en el estado. “Esto nos va a tomar algo de tiempo para sacarlo, no hay duda al respecto”, dijo. Las personas de toda la región se vieron sorprendidas por el clima extremo, descrito como un evento único en 500 años, y que ahora es cada vez más común debido al cambio climático.
Todavía hay muchas calles y estacionamientos bajo el agua. Podría llevar algún tiempo que gran parte del agua estancada retroceda, y solo entonces las comunidades pueden realmente comenzar a evaluar el daño y a reconstruir.
Mientras que en Delaware y Pennsylvania, socorristas y voluntarios tuvieron que usar botes pequeños para ir de casa en casa con el objetivo de salvar a los varados. Los gobernadores de esos estados han recorrido los lugares castigados por el desastre de las inundaciones y tornados, evaluando la ayuda requerida.
Ida atravesó la región de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Pennsylvania dejando vecindarios inundados, un estadio sumergido y un torrente de agua lo suficientemente fuerte como para enviar un contenedor de mercancías flotando y apilar autos uno encima del otro.
En los lugares donde el agua ha retrocedido, las comunidades se dedican a secar lo que se puede salvar y botar todo lo que no. Las cuadrillas están limpiando pueblos destrozados por tornados y arreglando caminos derruidos que se tragaron autos.
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