Este sábado, la Food and Drug Administration (FDA), “Administración de Medicamentos y Alimentos”, ha autorizado el uso de emergencia de la vacuna contra la enfermedad COVID-19 de Johnson & Johnson, que está desarrollando su filial Janssen Pharmaceutical Companies, según informó en un reporte The New York Times. y la propia empresa farmacéutica en un comunicado.
Tras la aprobación la vacuna de Johnson & Johnson se une a las de Pfizer Inc/BioNTech SE y a Moderna Therapeutics, que ya se distribuyen el país, pero a diferencia de ellas, esta no requiere dos dosis, sino solo una y estará disponible a inicios de la próxima semana.
La empresa Johnson & Johnson ya se ha comprometido a entregar 100 millones de dosis para finales de junio, por lo que se aumentará la disponibilidad de vacunas en Estados Unidos en forma significativa.
Con estas dosis ofrecidas por la empresa para entrega luego de la aprobación, se suma a las 200 millones de dosis ya prometidas por Pfizer/BioNTech y a Moderna, que se espera estén listas para finales de mayo, dejando aproximadamente 60 millones de adultos elegibles aún pendientes por cubrir
El costo en Estados Unidos por el volumen de estas 100 millones de dosis, se calculó a $10 por dosis y serán pagadas enteramente por el gobierno federal antes de que estén listas y disponibles en la fecha prevista.
En vista que es una vacuna que requiere de solo una aplicación, la logística para su transporte y distribución facilita considerablemente la estrategia en contra de la pandemia.
Esta aprobación de la FDA llega luego que la Advisory Committee on Immunization Practices (ACIP), «Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización«, de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), “Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades”, diera su visto bueno a la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la farmacéutica Janssen Pharmaceutical Companies.
El martes de esta semana que pasó, el país pasó el hito del medio millón de personas fallecidas en Estados Unidos debido a COVID-19, una cifra muy superior al resto de países en todo el mundo.
El presidente Joe Biden reafirmó el viernes, durante una gira oficial en Texas tras la tormenta que devastó al estado, que EEUU había avanzado considerablemente en la lucha contra la pandemia durante las últimas semanas, pero repitió que «no es el momento de relajarse«.
No obstante, analistas han señalado que la efectividad es más baja que las que ya se han desarrollado, de acuerdo con un estudio de finales de enero.
Según el resultado difundido el viernes de los análisis de datos conseguidos durante las fases de prueba de esta vacuna, reflejan que del total de 45,000 participantes que participaron en los test, se demostró que, en los países donde fue probada (EEUU, Suramérica y Sudáfrica), la vacuna fue en promedio 66% efectiva en prevenir el desarrollo de una enfermedad moderada.
Sin embargo, esta cifra ascendió al 72% específicamente en Estados Unidos, pero lo más prometedor es que es al menos 86% efectiva en prevenir los síntomas más severos de la enfermedad COVID-19 y también es 100% efectiva en evitar la muerte por COVID-19.
Los investigadores rastrearon las enfermedades a partir de los 28 días posteriores a la vacunación, aproximadamente el momento en que, si los participantes recibieran una variedad de dos dosis, habrían necesitado otra inyección.
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