El equipo legal que defenderá al expresidente Donald J. Trump están preparados y ya tienen lista la línea de argumentación de la defensa del exmandatario. Este martes, los nuevos abogados que entraron a formar parte del equipo, argumentaron en su primera respuesta formal al juicio político que el proceso no es constitucional porque ya no es presidente, y que su discurso antes de los disturbios de los simpatizantes «MAGA» estaba protegido por la Primera Enmienda.
El abogado Bruce L. Castor Jr., durante su presentación afirmó que: «Se niega que la disposición citada se aplique actualmente al 45º presidente de los Estados Unidos, ya que ya no es presidente». Además, agregó: «La disposición constitucional requiere que una persona realmente ocupe un cargo para ser acusada«, citando un lenguaje sobre la destitución de un presidente de su cargo.
No obstante, todavía los académicos constitucionales debaten sobre esto, pues para algunos es posible acusar a un ex presidente, mientras que otros lo ponen en duda.
El escrito introducido por Castor y su socio David Schoen, también niega la acusación de Trump de «incitación a la insurrección» y defiende su discurso ante los partidarios en La Elipse, cerca de la Casa Blanca, el 6 de enero, donde les dijo a sus partidarios que «luchen como el infierno«.
Ambos abogados representaran a Trump en el juicio que llevará a cabo el Senado la próxima semana Castor, es ex fiscal del condado de Montgomery, Pensilvania, donde la campaña de Trump presentó una demanda por reclamos de contar de manera fraudulenta las papeletas de votación por correo, mientras que Schoen, es comentarista de Fox News y ex abogado del delincuente sexual y amigo de Trump, el hoy fallecido Jeffrey Epstein.
En el escrito introducido por los abogados, se explica también: “Se niega que el 45º presidente haya participado en una insurrección o rebelión contra Estados Unidos. El 45º Presidente cree y, por lo tanto, afirma que, como ciudadano privado, el Senado no tiene jurisdicción sobre su capacidad para ocupar un cargo y que el Senado tome medidas sobre esta afirmación constituiría un Proyecto de Ley de Apelación”.
Igualmente entre los argumentos de la defensa, siguen tomando en cuenta las afirmaciones de los abogados anteriores de Trump que lideraron el esfuerzo por anular los resultados de las elecciones, pero moderando sus afirmaciones, afirmando que Trump «cree» que los resultados eran «sospechosos«.
Sin embargo, todos saben que Trump dijo claramente en tono afirmativo que «ganó» y que la elección fue «amañada» en las semanas previas a los disturbios.
Los abogados Castor y Schoen admiten que después de las elecciones de noviembre, el 45.° presidente ejerció su derecho de la Primera Enmienda según la Constitución para expresar su creencia de que los resultados de las elecciones eran sospechosos, ya que, a su juicio y con muy pocas excepciones, las votaciones por correo se hicieron bajo el conveniente disfraz de las «salvaguardas» por la pandemia del COVID-19.
Según la defensa, «las leyes y los procedimientos electorales estatales fueron modificados por políticos o jueces locales sin las aprobaciones necesarias de las legislaturas estatales«.
El escrito introducido este martes en defensa de Trump, aborda la afirmación de que el exmandatario incitó al grupo MAGA durante el mitin «Stop the Steal» en la mañana del 6 de enero, al decir «ganamos estas elecciones y las ganamos por completo«, pero señalan que éste sólo expresó su «opinión» de que los resultados eran sospechosos, como es su derecho.
El escrito también cuestiona la interpretación de que Trump insta a la multitud a «luchar como el infierno«. Admite que «personas violaron y destrozaron ilegalmente el Capitolio«. Pero dice que la frase «actos de seducción» es un «término artístico que él niega«.
El escrito niega que Trump «incitó a la multitud a participar en un comportamiento destructivo» y negó que la frase «si no luchas como el infierno no vas a tener un país más» tuvo «algo que ver con la acción en el Capitolio ya que se trata claramente de la necesidad de luchar por la seguridad electoral en general«.
Trump reconoció que una grabación filtrada de su llamada con el secretario de Estado de Georgia, el republicano Brad Raffensperger, del 2 de enero fue exacta, pero cuestiona la afirmación sobre su demanda de que el funcionario electoral «encuentre» un voto de lo necesario para que él sea el ganador de los estados. No obstante, allí están las pruebas y allí está su voz grabada sin dar a lugar a interpretaciones.
Sin embargo, en el escrito también declara que Trump niega haber amenazado a al secretario Raffesnperger durante esa llamada.
Pero en el Senado todas estas argumentaciones por parte de los abogados de la defensa de Trump (que no tienen experiencia en el campo Constitucional), no tienen base. Para los congresistas demócratas, Trump puso en peligro la vida de todos los miembros del Congreso cuando apuntó a una multitud de partidarios «como un cañón cargado» contra el edificio de Capitolio de los Estados Unidos.
Los congresistas demócratas de la United States House of Representatives, «Cámara de Representantes de Estados Unidos«, dijeron que al presentar su caso más detallado durante el juicio, probarán por qué el expresidente debería ser condenado y excluido permanentemente de la posibilidad de regresar a la oficina oval.
En un escrito legal de la Cámara de Representantes, se vincula enérgicamente los esfuerzos de Trump para anular los resultados de las elecciones presidenciales con el mortal motín del 6 de enero en el Capitolio.
Allí, se afirma que el expresidente Trump tiene la culpa «irrefutable» de las acciones que amenazaron directamente los cimientos de la democracia estadounidense.
«Su conducta puso en peligro la vida de todos y cada uno de los miembros del Congreso, puso en peligro la transición pacífica del poder y la línea de sucesión, y comprometió nuestra seguridad nacional«, escribieron los administradores demócratas del caso de juicio político.
«Este es precisamente el tipo de delito constitucional que justifica la inhabilitación para un cargo federal«, señala el documento.
Además, este escrito legal establece por primera vez los argumentos que los legisladores de la Cámara de Representantes esperan presentar en el juicio político la próxima semana cuando el juicio comience el 9 de febrero.
No solo culpa explícitamente a Trump por su papel en la incitación a los disturbios, sino que también apunta a refutar preventivamente las posibles afirmaciones de la defensa de que las palabras de Trump estaban protegidas de alguna manera por la Primera Enmienda o que un juicio político es inconstitucional ahora que Trump ha dejado el cargo.
Dice que el comportamiento de Trump fue tan atroz que requiere la descalificación permanente del cargo.
En todo caso, la absolución del expresidente es casi segura, ya que se necesitan 67 senadores para votar a favor de la condena, lo que significa que 17 republicanos tendrían que cruzar el pasillo político.
Sin embargo, la mayoría de los republicanos votaron la semana pasada que el juicio político es inconstitucional porque Trump ya no es presidente.
Schoen argumentó además el lunes que Trump no era el culpable de las violentas protestas en el Capitolio, en las que murieron cuatro personas, incluido un oficial de policía del Capitolio.
Hay abogados que señalan que todos han olvidado un hecho, si bien es cierto el presidente condenó los actos y apareció en un vídeo pidiendo a sus seguidores regresar a sus casas, esto lo hizo 4 horas después del asalto cuando en realidad los congresistas estaban resguardados en diversos puntos del edificio del Capitolio a donde no accedieron sus simpatizantes.
El asalto se transmitió en vivo en casi todas las cadenas a nivel nacional, por lo que el entonces presidente estaba en conocimiento de lo que allí sucedía, entonces, si este estaba en desacuerdo con lo que pasaba, porqué no salió inmediatamente a dar un mensaje al movimiento MAGA para que no perpetraran ese hecho de irrumpir en el Capitolio.
Estos abogados señalan que enviar el mensaje después de 4 horas de asedio, en los que estas personas no encontraron a los congresistas ni senadores o al propio exvicepresidente Mike Pence, para llevar a cabo todo lo que decían que iban hacer en las redes, implica que el propio Trump se dio cuenta que sus esfuerzos por dirigir la turba al congreso no dieron los resultados esperados.
En todo caso, falta mucho de lo que se puede determinar del segundo juicio político al expresidente Trump. Parece poco probable que el exmandatario sea culpado e impedido para ejercer en el futuro un cargo político y es casi probable que en 2024 regrese el fenómeno político hoy llamado «trumpismo» al gobierno federal, luego que 75 millones de personas votaran a favor de su máximo líder.
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