Este miércoles en medio de una protesta que se originó luego que algunos manifestantes en Afganistán se atrevieron a quitar la pancarta con la bandera del Talibán para reemplazarla con la bandera del país, militantes talibanes armados atacaron efectuando disparos a los manifestantes, dejando como resultado al menos una persona muerta, aunque se dijo de manera extraoficial que fueron tres víctimas de la refriega.
Este fatídico suceso sucedió en la ciudad de Jalālābād, la capital de la provincia de Nangarhar, que se encuentra a aproximadamente 150 kilómetros al oeste de Kabul, la capital del país. Aunque el grupo Talibán aseguró que ha cambiado que ahora importa más el pueblo afgano y que algunas reglas serán menos rígidas, este forma de proceder alimentó los temores sobre cómo los insurgentes gobernarían la nación rebelde.
Los portavoces de los talibanes han insistido varias veces en que respetarán los derechos humanos, a diferencia de lo que sucedió durante su gobierno anteriormente draconiano. Lo cierto es que este ataque en Jalālābād se produce en medio del terror por la violencia Talibán y cuando muchos afganos se escondían en sus casas o intentaban huir del país, temerosos de los abusos de la organización militante, poco controlada.
A nivel mundial, las personas sostienen que es poco probable que el experimento occidental de dos décadas para rehacer Afganistán, sobreviva al resurgimiento de los talibanes al control de la sociedad. Y es que en lo que ha sido una de las primeras señales de protesta contra el gobierno Talibán, decenas de personas se reunieron en la ciudad oriental de Jalālābād y en una ciudad comercial cercana, para izar la bandera nacional tricolor.
Esta protesta por izar la bandera del país, ocurre justo, un día antes del Día de la Independencia de Afganistán, que conmemora desde el tratado de 1919 que puso fin al dominio británico. Los manifestantes, bajaron la bandera de los talibanes, que constaba de una pancarta blanca con una inscripción islámica, la cual es la que izan los militantes en las zonas que han capturado en esta operación que les llevó a retomar el control del país.
En unas imágenes de video, que llegaron a la prensa y las redes sociales mostraron a los talibanes disparando al aire y atacando a personas con porras para dispersar a la multitud. Babrak Amirzada, reportero de la agencia de la noticias local Pajhwok Afghan News, dijo que los talibanes lo golpearon a él y a un camarógrafo de televisión de otra agencia.
De hecho, un funcionario de salud local dijo que la violencia mató al menos a una persona e hirió a seis. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los periodistas de la condición de las personas baleadas en la refriega.
Por su parte, los talibanes no reconocieron la protesta ni la violencia, ellos no han informado que exactamente ocurrió y se volvió a la opacidad en los sucesos que ocurren en ese país. Esta manifestación, ha sido considerada como una rara resistencia al gobierno Talibán.
Y es que en los días transcurridos desde que los talibanes tomaron Kabul el pasado domingo, los militantes solo enfrentaron una protesta más de algunas mujeres en la capital. Sin embargo, insisten que ahora que ostentan el poder, no buscan venganza y todo el bando contrario «está perdonado«.
Ayer martes, el grupo realizó una conferencia de prensa, donde dejaron ver una actitud conciliadora, incluso hablando de temas que antes nunca habían tratado. Para comenzar, negaron buscar venganza del bando que dominó el país en los últimos 20 años apoyado por Estados Unidos y otras potencias.
«La guerra terminó (el líder de los talibanes) perdonó a todo el mundo«, declaró el portavoz, Zabihullah Mujahid. Incluso habló de derechos de las mujeres, a quienes aseguró que dejará trabajar, algo que no había pasado antes.
«Nos comprometemos a dejar trabajar a las mujeres de acuerdo con el respeto de los principios del islam«. Además aseguró que el Talibán pronto instalará un gobierno y ya está hablando con la actual administración; sin embargo, descartaron tomar revancha contra el anterior régimen.
«Todos los del bando contrario están perdonados, de la A a la Z (…) No buscamos venganza«. Finalmente aunque aseguraron que la idolología y creencias son las mismas de cuando los talibanes fueron expulsados del poder de Afganistán hace 20 años, las cosas sí cambiarán.
«Sin duda hay muchas diferencias en base a la experiencia, la madurez y al conocimiento». «Los pasos de hoy serán positivamente diferentes respecto a los del pasado», agregó Mujahid.
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Esa gente no quiere desarrollarse, no quieren evolucionar, todo es visto únicamente a través de la religión y así no se puede vivir la vida. Ninguna religión puede estar por encima del sentido común.