Actualmente, la pandemia del coronavirus no es el único reto que debe enfrentar la economía global, ya que la escasez de microchips, está poniendo en peligro largas cadenas de producción en una gran variedad de industrias, que van desde fabricantes de automóviles, de Smartphones, portátiles, pantallas externas, electrodomésticos como aires, televisores, neveras y muchos otros, debido a que no hay suficientes controladores de pantalla para todos los dispositivos en producción.
Este problema se ha agravado desde hace unos meses, porque las empresas que los fabrican no pueden seguir el ritmo de la creciente demanda, por lo que ante la gran demanda y la falta de disponibilidad han llevado a que los precios se hayan disparado de forma exponencial.
Esta situación a su vez está contribuyendo a la escasez en las cadenas de suministros en casi todas las industrias dedicadas a la fabricación de dispositivos electrónicos, así como al aumento de los costes de los paneles de visualización de cristal líquido, componentes que resultan esenciales para la fabricación de televisores y ordenadores portátiles, así como automóviles, aviones y refrigeradores de alta gama.
«No hay forma. Si usted cuenta con todo lo demás, pero no tiene un controlador de pantalla, entonces no podrá construir su producto«, asegura Stacy Rasgon, experto en la industria de semiconductores de Sanford C. Bernstein, el cual coincide con muchos analistas que la demanda global está aumentando.
Aunado a todo esto, en medio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China emprendida durante el gobierno del expresidente Donald J. Trump, el gigante asiático está trabajando a toda máquina, por lo que ha aumentado su consumo de chips para la producción de sus empresas.
Si bien es cierto que China, no puede producir ciertos tipos de chips en su país, se encarga de comprarlos masivamente en los mercados para producir sus propios dispositivos electrónicos que luego coloca a la venta en los mercados globales.
Esta competencia contra las empresas chinas que poseen un gran flujo de caja, por la adquisición de chips, ha generado un impacto en el mercado de semiconductores que está generando preocupación.
Aunque al principio, esta crisis parecía algo temporal y pasajero, lo cierto es al haber cada vez una menor oferta de chips de varios tipos en los mercados, se está agravando una crisis en la economía global.
Tan sólo basta observar cómo fabricantes de automóviles como Ford Motor, Nissan o Volkswagen han tenido la necesidad de reducir su producción, lo que lleva a estimaciones de más de US$60,000 millones en ingresos que se perderán en la industria este año.
De hecho, ahora mismo los analistas ven como probable que la situación empeore todavía más antes de empezar mejorar, con situaciones aisladas que poco a poco impactan en las cadenas de producción afectando las capacidades de este tipo de industrias.
Por ejemplo, la realmente rara tormenta invernal en Estados Unidos, que afectó a los estados sureños y principalmente a Texas afectó la producción estadounidense, llevándola a una reducción no vista en años.
En otra parte del mundo, un simple incendio en una fábrica clave de Japón obligó a ese país a tener que cerrar las instalaciones durante al menos un mes para recuperar las instalaciones afectadas.
El gigante tecnológico surcoreano Samsung había advertido ya, sobre un «grave desequilibrio» en la industria, al tiempo que el más grande productor de semiconductores y chips del mundo, la empresa Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), reconoce que no puede seguir el ritmo de la demanda a pesar de tener sus plantas funcionando por encima del 100% de su capacidad.
Estas situaciones aisladas, han derivado en una crisis de escala global, que aunque comenzó teniendo un impacto medianamente limitado a ciertas industrias muy concretas, ahora mismo se ha generado repercusiones a través de la economía global.
Uno de los afectados más visibles en esta crisis de los semiconductores, son los fabricantes de automóviles, quienes han tenido que reducir significativamente la producción de vehículos nuevos.
«Nunca había visto algo así en los últimos 20 años desde la fundación de nuestra compañía«, aseguró Jordan Wu en una entrevista a Bloomberg, quien es cofundador, presidente, CEO y director de Himax Technologies, uno de los proveedores más importantes de controladores de pantalla, que los diseña y luego los fabrica en una fundición como TSMC o United Microelectronics Corporation (UMC).
El propio Wu ha asegurado en esa entrevista que las condiciones excepcionales del aumento del consumo durante la pandemia ha agravado la crisis generado una impresionante demanda, que los socios fabricantes no pueden satisfacer.
De hechos en varias industrias, ya no se pueden hacer suficientes controladores de pantalla para todos los paneles que van a ordenadores, televisores y videoconsolas, además de todos los nuevos productos en los que las empresas están poniendo pantallas, como refrigeradores, termómetros inteligentes y sistemas de entretenimiento para automóviles.
También Wu señaló que Himax Technologies, ya no tiene más capacidad para hacer más controladores de pantalla, tampoco tienen más espacio y tampoco quieren incrementar aún más la presión sobre su fuerza laboral, aunque sus ingresos se dispararon durante el 2020 y el precio de sus acciones se ha triplicado desde noviembre.
Pero, esta escasez de chips que lleva meses lastrando la producción de coches, electrodomésticos y otros dispositivos, va a ir en aumento, pues la tendencia es que tras la falta de stock y sobreprecios de equipos más especializados en la industria de la computación, que ha afectado al mercado de los GPU y CPU, ahora se prevé que otros componentes también aumentarán de precio, uno de ellos y el que quizás sea más impactado, las memorias DRAM, las RAM y los SSD.
Sanjav Mehrotra, el director general de Micron Technology, Inc., hablando con los inversores de la empresa durante una llamada de resultados financieros, les advirtió: “El mercado actual de memoria DRAM se enfrenta a una grave situación de escasez de oferta, impulsada por una fuerte demanda y una oferta limitada, lo que se traduce en un rápido aumento de los precios de la DRAM que se endurecerán aún más a lo largo del año…”.
Y es que, se debe entender que la demanda de equipos y componentes de esta industria, no sólo proviene del sector de consumo, sino también de la industria de los servicios en la nube y los centros de datos, que requieren cantidades ingentes de dispositivos para atender la demanda de capacidad de los datos en Internet.
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