Este lunes, la Corte Suprema de Colorado dictaminó que los datos de Google adquiridos por los funcionarios policiales son admisibles en investigaciones y pueden ser utilizados para hallar a los culpables de crímenes dentro de ese estado de Estados Unidos.
Prácticamente, la Corte Suprema de Colorado, convalidó el uso de datos del buscador de Google para encontrar evidencia que pueda ser utilizada usada para arrestar a sospechosos de crímenes, aunque enfatizó que eso no significa que se permite el uso indiscriminado de esa herramienta.
Esta sentencia por parte de la Corte Suprema estatal en Colorado, se refiere al caso contra Gavin Seymour, acusado de haber causado el incendio que provocó la muerte de cinco miembros de una familia de Senegal que recientemente había llegado a ese estado.
El 5 de agosto de 2020 en la ciudad de Denver, luego de un incendio que las autoridades consideran que fue provocado y que terminó con la vida de cinco personas, los investigadores recopilaron datos de Google para actuar contra el acusado.
Seymour fue detenido en enero de 2021 y actualmente permanece encarcelado, sujeto a una fianza de 10 millones de dólares. Los investigadores, carecían de pistas que llevaran con la persona que ocasionó el hecho, por lo que la Policía de Denver, pidió ante un tribunal iniciar un procedimiento conocido como “orden de arresto por búsquedas de palabras clave”.
El juez emitió la orden que permitió a la Policía de Denver, pedirle a Alphabet, la casa matriz de Google, que entregara información sobre las personas que habían buscado recientemente en ese buscador la dirección de la casa incendiada.
Tras recibir todos los datos, los investigadores encontraron cinco personas que habían buscado la dirección en cuestión y se enfocaron en ellas. La lista de personas, incluyó a Seymour (entonces todavía adolescente), quien había realizado esa búsqueda 14 veces antes del incendio, haciendo que el interés de la Policía creciera sobre el joven.
Posteriormente, Seymour fue arrestado junto a dos cómplices, pero durante el juicio contra el joven acusado por haber sido la persona que incendió la vivienda, los abogados de la defensa argumentaron que su arresto había sido ilegal porque se basó en evidencia “obtenida ilegalmente”.
Y es que, de acuerdo con los abogados de la defensa, las averiguaciones con Google se realizaron antes de identificar a los sospechosos y por tanto la evidencia debía ser desestimada, lo que ocasionó una batalla legal para que se desestimaran las pruebas que lo inculpaban.
Sin embargo, este lunes, el máximo tribunal estatal de Colorado, señaló que la policía “actuó de buena fe” cuando en 2020 utilizó la historia de búsquedas en Google para identificar a los sospechosos de un incendio intencional en Denver en el que fallecieron cinco personas.
La moción de inadmisibilidad de pruebas, ahora rechazada por la Corte Suprema de Colorado, fue el primer caso en Estados Unidos en cuestionar la constitucionalidad de una orden de arresto por búsquedas de palabras clave en Google.
La corte advirtió que su fallo de este lunes probablemente será revisado. “Nuestro dictamen de buena fe difundido hoy no aprueba ni condena todas las órdenes de arresto por búsquedas de palabras clave en el futuro”, explicó la Corte Suprema de Colorado en su fallo.
“Si surgen problemas distópicos, como algunos temen, los tribunales están listos para escuchar argumentos sobre cómo debemos frenar el uso de una tecnología que avanza rápidamente por parte de las fuerzas del orden”, subrayaron los jueces.
No obstante, esta no es la primera vez que se utiliza el procedimiento de “orden de arresto por búsquedas de palabras clave”. Forbes detalló en un reporte como en 2019, investigadores federales en Wisconsin que se encontraban cazando a personas sospechosas de haber participado en el tráfico y abuso sexual de una menor, fueron identificados gracias a este cuestionado método.
Los investigadores en un intento por perseguir a los perpetradores, también recurrieron a Alphabet, para que Google proporcionara información sobre cualquier persona que hubiera buscado el nombre de la víctima, resultando en que se hicieron dos deletreos del nombre de su madre y su dirección ese mismo año, unas 16 veces.
Tras pedir las cuentas de Google asociadas a la búsqueda y las direcciones IP relevantes de quienes realizaron las búsquedas, el gigante tecnológico entregó estos datos a mediados de 2020, aunque los documentos judiciales no revelan de cuántos usuarios se enviaron sus datos a los investigadores federales.
Del mismo modo, se usó en otro caso que fue detallado en 2017, donde un juez de Minnesota firmó una orden judicial que le pedía a Google que proporcionara información sobre cualquier persona que buscara el nombre de una víctima de fraude en la ciudad de Edina, donde se cometió un crimen.
Aunque Alphabet recibe miles de pedidos de este tipo cada año, este tipo de procedimiento sigue siendo polémico en Estados Unidos. En muchos casos, las autoridades federales tendrán estas cuentas de Google y podrá obtener información, bajo el argumento que están vinculadas a un delito.
Este tipo de procedimiento duramente criticado, es muy parecido a las llamadas órdenes de arresto por geovalla, en la cual los investigadores hacen una petición a Google para que entregue información sobre cualquier persona que se encuentre dentro de la ubicación de la escena del crimen en un momento dado, gracias al posicionamiento GPS de sus teléfonos móviles o a la triangulación de la localización de las celdas más cercanas.
Las geovallas o geocercas, denominadas “geofencing” en inglés, son perímetros virtuales de un área geográfica del mundo real, las cuales pueden generarse dinámicamente como un radio alrededor de la situación de un punto de interés o también, pueden ser un conjunto predefinido de límites, como las zonas de asistencia a un colegio o los límites de una localidad, bien sea una ciudad, un sector de la misma, un estado o un país.
Un portavoz de Google, que no quiso ser identificado dijo “Al igual que con todas las solicitudes de las fuerzas del orden, tenemos un proceso riguroso que está diseñado para proteger la privacidad de nuestros usuarios y, al mismo tiempo, respaldar el importante trabajo de las fuerzas del orden”.
A pesar de ello, los defensores de la privacidad están preocupados por el precedente establecido por tales órdenes de arresto y la posibilidad de que dicha orden sea una violación de las protecciones de la Cuarta Enmienda de registros irrazonables.
Igualmente, existen preocupaciones sobre los problemas de libertad de expresión de la Primera Enmienda, dado el potencial de causar ansiedad entre los usuarios de Google de que sus identidades podrían ser entregadas al gobierno debido a las búsquedas que han hecho en algún momento determinado.
Jennifer Granick, asesora de vigilancia y ciberseguridad de la American Civil Liberties Union (ACLU), “Unión Estadounidense de Libertades Civiles”, dijo que “El rastreo a través de la base de datos del historial de búsqueda de Google permite a la policía identificar a las personas simplemente en función de lo que podrían haber estado pensando, por cualquier motivo, en algún momento del pasado”.
“Esta es una red virtual a través de los intereses, creencias, opiniones, valores y amistades del público, similar a la lectura de mentes impulsada por la máquina del tiempo de Google. Esta técnica que antes no era posible amenaza los intereses de la Primera Enmienda e inevitablemente barrerá a personas inocentes, especialmente si los términos de las palabras clave no son únicos y el marco de tiempo no es preciso”.
“Para empeorar las cosas, la policía lo hace actualmente en secreto, lo que aísla la práctica del debate público y la regulación”. La preocupación de Granick es compartida por otros defensores de la privacidad, por lo que este tema de seguro continuará dando de qué hablar en el futuro cercano.
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