Bien lo dicen las personas mayores, la naturaleza es muy sabia. Día tras día hemos sido testigos de extrañas y singulares relaciones entre especies que podrían ser antagonistas como tal, pero que en realidad conviven de forma normal y casi natural. Ahora Peggy y Molly, han llegado para darnos una muestra más de la perfección de la naturaleza. Una perra pitbull y una urraca tienen una increíble relación casi como madre e hija.
Es posible que todavía se preste a duda, pero Peggy y Molly han convivido por más de un año, en el mismo hogar, llevando una relación que al principio fue materna, pero ahora es una relación de compañeras.
Aunque no se crea, esta singular pareja no se conocían de siempre, ya que apenas se conocen desde hace poco más de un año, cuando una familia de la ciudad de Coomera, en Gold Coast, Queensland, Australia durante un paseo, fue alertada por Peggy, una dulce pitbull que encontró una urraca herida. La dulce perrita ladró para que a Juliette, una mujer de 45 años amante de los animales se diera cuenta de lo que pasaba, por lo que entonces la familia decidió rescatar y atender al ave herida
La mujer que ahora es famosa gracias a Peggy y Molly, tomó a la urraca y la llevó a casa. Una vez allí junto con su compañero Reece, buscó ayuda un especialista de vida silvestre para el cuidado y la recuperación del ave.
A penas una semana después del suceso, la urraca ya se había recuperado por completo y Peggy comenzó a interesarse por ella de una manera especial, como si de su madre se tratase.
De acuerdo a lo que ha contado la propia Juliette, su perra Peggy, que en ese momento tenía un año, solía tener miedo a las urracas, pero con ésta se mostró muy preocupada, al punto que decidió «adoptarla» como su propio cachorro e, incluso, llegó a producir leche involuntariamente para su «nuevo bebé«.
Peggy y su «bebé alado» estuvieron por un tiempo inseparables, viviendo momentos que fueron grabados por sus amos para ser compartidos en las redes sociales desde su casa de Coomera.
En la red se puede ver el momento cuando ambos animales duermen juntos, tomados de las patas. Por lo que ahora sus amos sacaron un canal de YouTube exclusivo para publicar la vida de ambos.
Aunque por un año compartieron juntos, la urraca ahora vuela con sus iguales, pero visita a Peggy de vez en cuando que la espera en casa.
«Luego de ocho meses, Peggy y Molly están tan cerca de sus propias vidas. Molly pasa la mayor parte de sus días al aire libre con sus amigos pájaros y Peggy juega durante todo el día con otros perros y sale a la playa, pero su relación sigue siendo fuerte y única, y no pueden esperar a verse cuando han estado separadas«.
Sin lugar a dudas una bonita relación que muchos dudarían que pudiera darse por ser una pitbull, pero si, en efecto allí están las decenas de videos y fotografías que muestran esta peculiar relación entre dos especies bastante diferentes.
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