Biden se prepara para una posible disputa de los resultados


Joe Biden, el candidato demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos, ya ha formado un equipo legal con cientos de abogados y expertos para hacer frente a una posibilidad que todos temen, una posible disputa en los tribunales del resultado de las elecciones del 3 de noviembre por parte del presidente Donald J. Trump candidato a la reelección y los republicanos.

El War Roomcuarto de guerra” de Biden, estará a cargo de dos expertos legales que han trabajado para el expresidente demócrata Barack Obama, los abogados Dana Remus y Bob Bauer, los cuales, según la campaña de Biden, darán al candidato demócrata “el mayor programa de protección electoral en la historia de las campañas presidenciales”.

Estos cientos de abogados que conforman el equipo, tienen como finalidad salvaguardar la integridad de las elecciones e iniciar litigios cuando consideren que se vulnera el derecho al voto o sobre el recuento.

Este trabajo legal para proteger las elecciones, puede verse complicado debido a que por las normas de seguridad antiCOVID-19, propuestas desde los Centers for Disease Control and Prevention (CDC)Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades”, ha llevado a que los electores prefieran en su mayoría votar por correo.

Sin embargo, el propio presidente Donald J. Trump, este método de votación le parece vulnerable e impreciso, por lo que lo ha tildado de ser un método fraudulento. De hecho, desde su campaña se enfatizado que los demócratas pueden emitir más boletas y hacer que el proceso de conteo pueda llevar semanas o meses para obtener un resultado preciso.

Por lo tanto, Biden, consciente de esta realidad, ha formado un Remus, asesora legal de la campaña de su campaña y exresponsable de asuntos jurídicos de The Obama Foundation, “La Fundación Obama”, y Bauer, asesor legal durante el mandato de Obama y que desde el verano trabaja también como asesor del candidato demócrata.

Ambos abogados están encargados de establecer una unidad de “litigios especiales” que contarán con cientos de abogados distribuidos en todo el país con el objetivo de plantear posibles demandas en material electoral tanto a nivel estatal o como local.

Este equipo litigante además contará con el apoyo del primer fiscal general de la presidencia de Obama, Eric Holder, quien se encargará de coordinar acciones legales entre la campaña y grupos independientes vinculados a los demócratas que disputen aspectos del proceso electoral.

Bauer, declaró en una entrevista con el diario The New York Times, que existen temores acerca de que el presidente Trump esté utilizando los poderes del Gobierno federal para su propio beneficio político.

A la vista del tamaño del equipo legal que ha formado Biden, demuestran que los demócratas tienen temor real de que el resultado de las elecciones del 3 de noviembre pueda no ser reconocido y tenga que ser disputado en los tribunales.

Existe el temor que ante la imposibilidad de aclarar a Biden como ganador de los comicios hasta después de la fecha electoral, similar a como ocurrió en el año 2000, cuyo resultado tras el recuento fallido de Florida tuvo que ser decidido por el Tribunal Supremo de la nación.

Obviamente, este temor sobre lo que pueda hacer Trump y su campaña, está fundado en las crecientes críticas que en los últimos meses ha hecho el mandatario sobre el voto por correo, porque en su opinión puede permitir que personas no registradas voten.

Igualmente, el primer mandatario dijo a sus seguidores que se vote dos veces si se vota por correo, para asegurarse de que la papeleta esté registrada y el sistema le impida votar nuevamente, algo que es considerado en la mayoría de los estados un fraude electoral.

Otra táctica empleada por el presidente Trump, ha sido desestimar a los demócratas, diciendo que si éstos ganan solo podrán hacerlo si manipulan las elecciones de alguna forma, elevando el fantasma de la ilegitimidad de las elecciones, algo que no se había observado en la historia republicana.

Cómo se recordará, hace algunas semanas atrás, Louis DeJoy, el presidente del United States Postal Service (USPS), “Servicio Postal de los Estados Unidos”, fue investigado por congresistas demócratas debido a las medidas tomadas para recortar gastos en el USPS, en una movida calificada por algunos legisladores como una forma de afectar el voto por correo.

DeJoy es un importante donante republicano y debido a su decisión de lanzar recortes, eliminar máquinas, así como de dar de baja a personal del servicio postal, levantó suspicacias, pues sus acciones en alguna medida impactarían en el proceso de voto por correo.

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