Este martes, el expresidente estadounidense Donald J. Trump anunció el martes que visitará la frontera entre Estados Unidos y México, convertida según él en una zona «sin ley» desde la llegada al poder de su sucesor demócrata Joe Biden. Trump dijo: «He aceptado la invitación del gobernador de Texas, Greg Abbott, para acompañarlo en una visita oficial a la diezmada frontera sur de nuestra nación el miércoles 30 de junio«, sin dar una ubicación específica.
El expresidente una vez más responsabilizó a Biden, que tras haber heredado «supuestamente» la frontera «más fuerte y más segura» de la historia del país, su administración en pocas semanas convertirla «en una zona de desastre absoluta«. «Pasamos de tener una seguridad fronteriza que era la envidia del mundo a una frontera sin ley que da lástima en todo el mundo«, dijo el expresidente Trump.
No cabe duda, que tras la llegada de Biden a la Casa Blanca se originó una crisis en la frontera sur con la llegada de decenas de miles de inmigrantes que venían de Centroamérica, Suramérica, así como de otros países asiáticos y europeos, entre los cuales se cuentan más de 20 mil niños se encuentran en manos del gobierno.
Vale resaltar que los registros al cierre del mes de abril contabilizaban, más de 170 mil inmigrantes llegaron a la frontera sur de Estados Unidos. Algunos analistas, achacaron esta desmedida llegada de inmigrantes, al alivio de las duras medidas migratorias de Trump que había reducido el flujo de migrantes en los últimos 3 años de su gestión, aunque durante el gobierno de Biden las detenciones batieron récords todos los meses desde marzo, llegando en mayo a una cifra récord de 180,000 personas.
Sin embargo, algunos analistas, también agregan que países como México, Honduras y Guatemala tampoco hicieron el trabajo de contención que venían haciendo cuando estaba vigente la administración del expresidente Trump, por lo que miles de personas ante tanto alivio de restricciones, decidieron ir a buscar su sueño americano.
Sin embargo, toda esta situación de desborde de la frontera, ha sido analizada por el gobierno de Biden, quien atribuye a un deterioro de las condiciones en los países de origen de los migrantes, en su mayoría de Centroamérica, ha hecho que los republicanos denuncien una crisis en la frontera creada por el mensaje más benévolo hacia la inmigración del propio presidente.
No obstante, con toda la presión de la frontera, el gobernador republicano de Texas anunció que reanudará la construcción del muro fronterizo previsto por Trump después de que Biden detuviera el proyecto. Texas «hará lo que Biden SE NIEGA a hacer: proteger a nuestros ciudadanos a lo largo de la frontera sur«, tuiteó Abbott el martes.
El 12 de enero, Trump realizó su última visita oficial a la frontera estadounidense en Texas, donde defendió la construcción del muro. Trump hizo de la lucha contra la inmigración una de las prioridades de su mandato y poco después de su victoria en 2016 dispuso la construcción de un muro a lo largo de unos 3,200 kilómetros de frontera con México.
Pero en cuatro años las obras consistieron principalmente en mejoras o refuerzos de estructuras de barrera existentes.
Trump, tras haber perdido la reelección, haber sido censurado de las redes sociales, se ha recluido en su residencia en Mar-a-Lago, en Florida, y ha dicho que está pensando en lanzarse a la carrera política en 2024.
A pesar de todo lo sucedido con Trump, sigue siendo muy influyente dentro del Partido Republicano y difunde regularmente, a través de comunicados de prensa, sus simpatías o sus críticas.
Desde que dejó la Casa Blanca, participó en la Conservative Political Action Conference (CPAC), «Convención Anual Conservadora» a fines de febrero y en la convención del Partido Republicano de Carolina del Norte a principios de junio.
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