El American Rescue Plan, “Plan de Rescate Estadounidense” está en los últimos pasos para que sea firmado este viernes por el presidente Joe Biden, el cual una vez convertido en Ley permitirá a la mayoría de estadounidenses recibir su tercer pago federal directo desde que empezó la crisis del coronavirus, pero una vez más, dejando por fuera a millones de trabajadores indocumentados que volverán a quedarse sin ayuda.
Aunque esta vez, el Congreso volvió a incluir al igual que en la ley de diciembre, a los ciudadanos estadounidenses casados con una persona indocumentada. Pero, por primera vez, los niños ciudadanos estadounidenses con padres indocumentados sí serán elegibles.
🚨BREAKING: The Senate passed the $1.9 trillion #AmericanRescuePlan, providing necessary relief to our communities—including 2.2 mil. more people in mixed-status families. Though we celebrate this victory, the bill once again unfairly excludes 9.3 mil. immigrants from relief. 1/ pic.twitter.com/G9y3Bjik5n
— National Immigration Law Center (@NILC) March 6, 2021
Gracias a ello, al menos 2.2 millones de personas -niños que tienen números de Seguro Social (SSN) y padres migrantes- podrán recibir su pago de estímulos, pero este nuevo plan de rescate estadounidense volvió a excluir a millones de trabajadores inmigrantes indocumentados que en su gran mayoría realizan labores consideradas esenciales y que además pagan impuestos a través de su número de identificación del contribuyente (ITIN).
Cientos de miles de estas familias deben hasta 5 meses de renta y están actualmente sin empleo, por lo que muchos de ellos están preocupados sobre cual será su destino en este 2021 en una economía que todavía no ha arrancado a un 100%.
Por esta razón miembros del Frente Nacional de Inmigrantes, una organización defensora de los inmigrantes en Chicago, liderada por Carlos Arango, hizo un llamado al país para que el próximo 30 de abril ningún inmigrante, ya sea joven o adulto, salga a trabajar o ir a estudiar a las universidades o secundarias.
Arango, a través de esta convocatoria de llevar a cabo un Día Sin Inmigrantes a nivel nacional, propone demostrar la fuerza y el impacto de los inmigrantes en el país.
“También es para enviar un mensaje a la nación de que el presidente Joe Biden cumpla sus promesas a los inmigrantes y se logre una reforma migratoria para todos. Es tiempo de hacer historia”, recalcó Arango durante una rueda de prensa en el barrio Pilsen de Chicago.
Arango durante la convocatoria, leyó una larga ominosa lista de acciones emprendidas contra los inmigrantes bajo la pasada Administración del republicano Donald J. Trump, que Arango suplicó no se repitan.
Entre esas ominosas acciones de Trump que citó Arango, fue la separación de familias inmigrantes, el enjaulamiento de niños migrantes, la deportación de indocumentados sin antecedentes penales y la práctica de hacer a los solicitantes de asilo permanecer en un tercer país, todas bastante cuestionables y en contra del espíritu de las leyes de un país forjado por los inmigrantes por más de 200 años.
“Queremos que Biden establezca una nueva política migratoria”, declaró Arango, quien estuvo acompañado por otros líderes hispanos.
Sin embargo, un hecho innegable es que los indocumentados han estado en la primera línea de trabajo en este país, aún en los peores momentos de la pandemia. Pero también están entre las personas que han salido peor paradas por la crisis sanitaria y económica que ha desatado el coronavirus.
De hecho, actualmente existe una cantidad desproporcionada de estos inmigrantes desempleados en los sectores de la economía que han sufrido despidos masivos por las restricciones de la pandemia, como los restaurantes y los hoteles.
Y adicionalmente, por su estatus migratorio tampoco les han tenido la oportunidad para calificar para las ayudas por desempleo tras perder su trabajo.
Igualmente, gran parte de quienes mantienen a flote la industria alimentaria, tanto en agricultura, en mataderos, como en los almacenes de empaquetado de productos cárnicos como en tiendas y supermercados en su mayoría son inmigrantes indocumentados.
Su situación migratoria y económica les impide dejar el trabajo o hacerlo desde casa y mantener las medidas de seguridad para prevenir la propagación de COVID-19, colocándolos en una situación de vulnerabilidad muy alta comparada con otros grupos étnicos.
En todo caso, este Día Sin Inmigrantes, no será la única forma de protestar, pues otros activistas Pro derechos de los inmigrantes también han convocado a salir a las calles el el próximo 1 de mayo para presionar al gobierno de biden y al Partido Demócrata para que cumplan con su promesa de una reforma que favorezca a 11 millones de indocumentados en EEUU.
Seguramente en los próximos días, veremos más información sobre estas dos convocatorias, que al final son en beneficio de todos los inmigrantes en Estados Unidos.
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