Este martes, el presidente electo, Joe Biden, señaló que trabajaría para reconstruir las instituciones internacionales que, según dijo, fueron dañadas durante la presidencia de Donald J. Trump y que su mensaje a los líderes mundiales es que “Estados Unidos ha vuelto”.
Biden sostuvo una reunión con expertos en defensa e inteligencia, muchos de los cuales trabajaron para el hoy expresidente Barack Obama, justo cuando el propio Biden, era su vicepresidente, por lo que tiene una buena relación de trabajo.
Esta reunión se dio, debido a que la administración Trump le impidió recibir los informes de inteligencia que tradicionalmente se otorgan al presidente electo, algo que no ha debido suceder a juicio de los abogados y expertos más tradicionalistas.
“En mi opinión, hemos sufrido mucho daño durante los últimos cuatro años. Necesitamos reconstruir nuestras instituciones, y mi fuerza laboral reflejará toda la fuerza y la diversidad de nuestro país”, dijo Biden. “Tenemos que centrarnos en la preparación para lo que venga”.
Biden también manifestó que había hablado con alrededor de 13 jefes de estado desde que fue declarado ganador de las pasadas elecciones, en las cuales ganó, hasta ahora de forma indiscutible, más allá de las versiones del presidente Trump y sus partidarios.
Today, @KamalaHarris and I met with some of our country's most experienced national security experts to discuss the challenges facing our nation, our institutions, and the world. We're ready to tackle the challenges our administration will inherit on day one. pic.twitter.com/J6DLvnwgM4
— Joe Biden (@JoeBiden) November 17, 2020
El presidente electo informó que también, tuvo llamadas con los primeros ministros de India e Israel, cuyos mandatarios forjaron estrechos vínculos con el presidente Trump.
Con todos los mandatarios con los que ha conversado Biden, les ha dado un mismo mensaje: “El mensaje es que Estados Unidos ha vuelto. Ya no es Estados Unidos solo”, dijo el presidente electo, al describir sus conversaciones con los líderes mundiales.
Biden igualmente, se reunió con los expertos en política exterior para una sesión informativa por videoconferencia, incluido el general retirado del ejército Stanley McChrystal, el almirante de la United States Navy (USN), “Armada de los Estados Unidos” retirado William McRaven y David Cohen, exsubdirector de la Central Intelligence Agency (CIA), “Agencia Central de Inteligencia” así como también con el subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera durante la administración Obama.
El presidente Trump, ha obstaculizado todos los esfuerzos de transición de Biden, por la negativa a aceptar su derrota en las elecciones, algo que todavía parece lejos, dado que Trump, acaba de introducir una nueva demanda en Nevada.
Esta demanda que introdujo la campaña de Trump, solicita al estado de Nevada que declare al presidente Trump como ganador o que anule los comicios de inmediato, argumentando fraude en la elección del 3 de noviembre, pero sin sustentar pruebas.
En todo caso, la reunión de este martes de Biden, no fue una sesión informativa oficial del gobierno porque la General Services Administration (GSA), «Administración General de Servicios» aún no ha hecho la “comprobación” de que Biden haya ganado las elecciones presidenciales.
“No estoy siendo crítico, solo estoy diciendo lo obvio, saben que no he podido recibir los informes que normalmente me habrían llegado hasta ahora. Entonces, solo quiero conocer su opinión sobre lo que ven en el futuro”, dijo Biden a los asesores.
La vicepresidente electa, Kamala Harris se unió a Biden en la misma sesión de videoconferencia desde Washington, donde planeaba emitir votos en el Senado.
En este momento, un Biden sin acceso a las agencias, confía en los expertos de la administración Obama, así como en las personas que dejaron el gobierno durante los años de Trump y son cooperativas, para planificar la nueva administración desde afuera.
Biden heredará una serie de desafíos de política exterior al asumir el cargo, que no tuvo cuando era vicepresidente durante los dos gobiernos de Obama. Ahora trabajará para normalizar tensas relaciones con varios países aliados entre ellos, Alemania, Francia y hasta con su vecino Canadá.
También deberá enfrentar una relación y una guerra comercial con China, peligrosas tensiones con Irán y una Corea del Norte que siguió trabajando en la expansión de su arsenal nuclear, gracias a que Trump trabajó más por construir una relación personal con Kim Jong Un, que una de estado.
A todo esto se suma, que el presidente Trump se está apresurando a dejar su marca final en la política exterior, tomando decisiones con las que Biden podría no estar de acuerdo, cómo el retiro de tropas de estadounidenses en Irak y Afganistán.
Por otro lado, impone más sanciones a Irán por terrorismo, aumento de uranio enriquecido, por la colaboración con Venezuela para saltarse el embargo, así como la preparación de más sanciones contra China por la represión del Partido Comunista Chino (PCCh) en Hong Kong.
Todo un conjunto de paquetes que son considerados como movimientos agresivos que podrían dificultar las maniobras de Biden al comienzo de su mandato y trata de volver a los acuerdos internacionales negociados bajo Obama.
Quizás en principio, busque renovar el acuerdo nuclear con Irán, así como reparar las deterioradas relaciones con todos los aliados de Estados Unidos que hoy no sienten confianza en la primera potencia mundial.
Ahora todos apuntan con el dedo acusador al presidente Trump y los funcionarios de su administración que parecieran no recordar el Informe de la National Commission on Terrorist Attacks Upon the United States, “Comisión Nacional sobre los ataques terroristas en los Estados Unidos”, también conocida como la Comisión del 11-S, la cual encontró que la transición retrasada en 2000 trajo variados problemas.
En aquella oportunidad, debido al recuento de Florida se dañó la capacidad de la administración entrante del entonces presidente George W. Bush de dotar de personal a puestos clave de seguridad nacional antes de los fatídicos ataques terroristas del 11 de septiembre.
Por ello, Biden ha seguido buscando que el presidente Trump acceda a realizar la transición de forma expresa. El pasado lunes, Biden manifestó que más retrasos en el proceso de transición también podrían aumentar el número de muertes por coronavirus.
Igualmente, el exjefe de gabinete de la Casa Blanca de Trump John Kelly es uno de los que han advertido que la falta de acceso de Biden a los datos de inteligencia podría ser una amenaza para la seguridad nacional.
“Se pierde mucho si la transición se retrasa porque a la gente nueva no se le permite meterse en el juego”, dijo Kelly en una entrevista con Politico la semana pasada.
Además Kelly, expresó que: “El presidente, con el debido respeto, no tiene por qué aceptar. Pero se trata de la nación. Perjudica nuestra seguridad nacional”, sin que hasta ahora tantos comentarios y opiniones de expertos hayan podido ser escuchados por el presidente Trump.
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