Este jueves ha sido el segundo y último debate presidencial organizado por la Commission on Presidential Debates (CPD), “Comisión de Debates Presidenciales”, en Estados Unidos, el cual fue mucho más ordenado que el primer estuvo signado por los ataques entre ambos candidatos, en lo personal y en el ámbito político, sin apenas mostrar propuestas claras al país, como esperaba la mayoría de los ciudadanos que estuvieron atentos a esta contienda pre-electoral.
Desde luego, este debate comenzó intenso cuando apenas pasado el primer minuto del debate, comenzaron los ataques del presidente Donald J. Trump, hacia su contrincante el expresidente Joe Biden, los cuales devolvió, y a partir de allí todo el debate se centró en descalificarse mutuamente, mostrándose visiblemente enojados.
El presidente Trump y el exvicepresidente Biden en esta oportunidad no fueron cordiales en su debate final en Nashville el jueves por la noche, pero ambos candidatos parecen haberse tomado en serio la reacción en gran medida negativa a su viciosa primera actuación.
Aunque esta vez hubo menos fragor de batalla, que en el primer debate, si se notó un sentido de urgencia por debatir en 90 minutos los temas clave de traídos por la moderadora Kristen Welker, periodista de NBC News, a solo 12 días del día de las elecciones.
La moderadora Welker, se destacó por mantener un estrecho control sobre los contendores del debate, mientras los acosaba con preguntas sobre la pandemia de coronavirus, la economía y la interferencia extranjera en las elecciones, así como las finanzas de los candidatos.
En contraste con el primer debate, ciertamente este enfrentamiento final fue un asunto casi serio verdaderamente serio, al contrario del primer debate marcado por furiosos ataques e insultos personales.
La noche del jueves en Nashville, Tennessee, a pesar de la entrega más clara, ninguno de los candidatos se salió del contexto serio de la jornada, aunque el volumen comenzó a subir hacia el final de la noche.
Biden tras un largo intercambio de palabras y argumentos con Trump dijo: “No quiere hablar sobre cuestiones de fondo”. El único momento que parecía salir de control en la noche, fue cuando cada candidato lanzó acusaciones al otro sobre el dinero que supuestamente había recibido de países extranjeros como China, Ucrania o Rusia.
Pero en un momento Biden, hizo el control de daños, guiando nuevamente la conversación a los temas del debate cuando le dijo a Trump: “No se trata de su familia y la mía. Se trata de tu familia”.
“Esa es una declaración política típica”, respondió Trump. ”‘Salgamos del tema de China, hablemos sentados alrededor de la mesa’. Vamos, Joe, puedes hacerlo mejor”, continúo diciendo el primer mandatario a su rival.
No obstante, el debate realizado permitió seguramente a los indecisos, conocer la visión de cada candidato, destacando la respectiva posición cada uno frente al coronavirus.
Biden advirtió que Estados Unidos se encamina hacia un “invierno oscuro” mientras continúa lidiando con el coronavirus, pero Trump sostuvo que ya había tomado medidas rápidas para responder a la pandemia.
Cuando la moderadora Welker, le preguntó al candidato demócrata, cómo podría aumentar la confianza de los estadounidenses para recibir una vacuna cuando llegue, Biden respondió que “se aseguraría de que sea totalmente transparente”.
“Estamos a punto de entrar en un invierno oscuro”, dijo Biden. Además agregó: “Y [Trump] no tiene un plan claro y no hay perspectivas de que haya una vacuna disponible para la mayoría de las personas hasta mediados del próximo año”.
Al respecto, el presidente Trump respondió: “No creo que vayamos a tener un invierno oscuro en absoluto. Estamos abriendo nuestro país, hemos aprendido, estudiado y entendido la enfermedad que al principio no teníamos”.
El presidente utilizó un momento del debate, para decirle a Biden, que este lo criticó en enero cuando su gobierno impuso restricciones a los viajes desde China. “Ahora está diciendo, ‘Oh, debería haberme movido más rápido’. Pero no se movió más rápido, estaba meses detrás de mí”, dijo Trump.
También ambos se atacaron en sus finanzas personales, comenzando el presidente Trump afirmó que Biden gana dinero con Rusia, China y Ucrania, una acusación que el exvicepresidente negó rotundamente.
Biden a estos señalamientos, comenzó a burlarse de Trump por hacerle críticas cuando todavía no ha querido divulgar públicamente sus declaraciones de impuestos sobre la renta, además de poseer una cuenta bancaria en China.
“Joe recibió 3,5 millones de dólares de Rusia a través de [el líder ruso Vladimir] Putin porque era amigo del alcalde de Moscú”, dijo Trump. “Nunca recibí dinero de Rusia”.
“Rusia le estaba pagando mucho dinero, y probablemente todavía lo esté pagando”, afirmó Trump. “Creo que le debes una explicación al pueblo estadounidense”.
Durante el debate, Biden respondió: “No he tomado ni un centavo de ninguna fuente extranjera en mi vida”. “Nos enteramos de que este presidente hace negocios en China, tiene una cuenta bancaria secreta en China y ¿está hablando de que yo acepte dinero? No he tomado ni un centavo de un solo país”, dijo Biden a Trump y a la audiencia.
“Número dos…, publiqué todas mis declaraciones de impuestos. 22 años, ve a mirarlos. No ha publicado ni un solo año de su declaración de impuestos”, continuo respondiendo Biden a los señalamientos de Trump. Al final dijo: ″¿Qué estás escondiendo? ¿Por qué no estás dispuesto?”
Trump a su vez le respondió con el mismo argumento que dicho durante años, que no puede publicar sus declaraciones de impuestos porque están siendo auditadas por el Internal Revenue Service (IRS), “Servicio de Impuestos Internos”, en un discurso que ya es bastante repetitivo.
Luego pasaron al tema de la salud de los estadounidenses, cuando la moderadora Welker, les preguntó a ambos candidatos bajo el supuesto que si la Corte Suprema declarara inconstitucional la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, que propondrían.
Biden respondió que su próximo paso sería “aprobar Obamacare con una opción pública: Bidencare”. Además dijo que según su plan, la opción pública significaría que “si califica para Medicaid y no tiene los medios en su estado para obtener Medicaid, está inscrito automáticamente”.
Asimismo, Biden agregó que su plan reduciría las primas y permitiría a Medicare negociar los precios de los medicamentos con las compañías de seguros para ofrecer medicamentos a bajo precio.
Luego, Biden en medio de su explicación, rechazó el comentario del presidente Trump, quien de antemano llamó a la propuesta de salud de Biden “medicina socializada” de manera tajante.
Cuando tocó el turno del presidente Trump, este dijo que “Me gustaría terminar con Obamacare, proponer una nueva y hermosa atención médica … Proponer una mejor atención médica, siempre protegiendo a las personas con afecciones preexistentes”.
Biden a su vez, también interrumpió con un ataque a Trump por no tener un plan de salud claro, a pesar de prometer que lo revelaría. “No hay forma de que pueda proteger las condiciones preexistentes. Ninguna. Cero”, dijo Biden. “No puedes hacerlo en el éter”.
Tras un breve momento de dimes y diretes, pasaron al tema del salario mínimo nacional, sobre el cual se notó mucho más la diferencia de las políticas que proponen ambos, ya que aun cuando el salario mínimo nacional actual es de $7.25 por hora los dos tuvieron puntos de vista encontrados.
Y es que el tema del salario mínimo nacional, es un tema sobre el cual todavía no hay acuerdos entre economistas del país. Todavía se piensa que el aumento del salario mínimo contribuye al desempleo a nivel macro, por lo que es un tema que todavía largos debates.
El candidato republicano argumentó que el salario mínimo debería dejarse a los estados, que la decisión debe ser discutida en cada estado, mientras que el candidato demócrata respaldó un salario mínimo nacional de $15 dólares por hora.
“Las pequeñas empresas, al aumentar el salario mínimo, eso no ayuda”, dijo Trump. “Debería ser una opción estatal. Alabama es diferente a Nueva York. Nueva York es diferente a Vermont. Cada estado es diferente. Tenemos que ayudar a nuestras pequeñas empresas”.
Welker hizo presión a Trump sobre su sugerencia anterior de que consideraría aumentar el salario mínimo, para conseguir una respuesta y este respondió “Lo consideraría hasta cierto punto”.
“Pero no a un nivel que vaya a sacar a todos estos negocios del negocio. Debería ser una opción estatal. Los diferentes lugares son todos diferentes. En algunos lugares, $15 no está tan mal. En otros lugares, $15 [es bueno]”, agregó el candidato repúblicano.
Biden por su parte intervino diciendo: “Estas personas tienen dos trabajos, porque un trabajo está por debajo de la pobreza”. Y continuo diciendo: “La gente gana $6, $7 la hora. A estos socorristas, aplaudimos cuando vienen por la calle… Se merecen un salario mínimo de $15”.
Bieden al final de su respuesta continuo diciendo: “Cualquier cosa por debajo de eso lo pone por debajo del nivel de pobreza. Y no hay evidencia de que cuando se aumenta el salario mínimo, las empresas cierren”.
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