Este ha sido el único debate entre los dos contendientes a vicepresidente de los Estados Unidos, el cual fue crucial para conocer aún más la visión política, intenciones y propuestas de las personas más cercanas a los candidatos presidenciales.
Un debate que se llevó a cabo en el Kingsbury Hall de la University of Utah, “Universidad de Utah” en Salt Lake City, Utah, ante una audiencia muy reducida y socialmente distanciada, el cual será el único para los candidatos a vicepresidentes, dejó más clara algunas cosas aunque quedaron por fuera temas como inmigración y empleo que no fueron debatidos.
Se abordaron temas que arrancaron con la pandemia de coronavirus y con la dinámica de las preguntas avanzó a otros temas políticos, cómo el seguro Obamacare, la economía, el cambio climático, el comercio, el empleo y la postura de Estados Unidos hacia China.
Obviamente, el escenario político de los candidatos es complejo, con un presidente Donald J. Trump, que con 74 años está contagiado de COVID-19, los votantes necesitaban medir la templanza del vicepresidente Mike Pence, de 61 años, para saber si está preparado para asumir el papel de comandante en jefe de ser necesario.
Su contrincante político, la nominada demócrata y senadora Kamala Harris, de 55 años, que con varios años de servicio como fiscal en California, tenía que mostrar de igual forma si capaz de asumir el rol más importante, lo que la convertiría en la primera mujer presidenta de la nación más poderosa del mundo.
Harris, que es la compañera de fórmula del candidato demócrata, el exvicepresidente Joe Biden, que con 77 años y próximo a cumplir 78 en noviembre, el cual se convertiría, de ser electo, en el hombre de mayor edad elegido para el cargo si ganara el próximo mes.
Este segundo debate, organizado por la Commission on Presidential Debates, “Comisión de Debates Presidenciales”, fue algo más calmada, lejos de la elevada intolerancia de la que todos fuimos testigos en el primer debate presidencial de la semana pasada entre Trump y Biden.
No obstante, si hubo algunos cambios bruscos en el tono del debate, cuando se abordaron temas cruciales como el coronavirus o la elección de la jueza conservadora Amy Coney Barrett a la Corte Suprema, y la posibilidad de aumentar el número de jueces para promover un nuevo equilibrio de fuerzas.
En esta oportunidad, dos láminas de plexiglás separaron a ambos candidatos durante el debate, que en modo alguno impidieron que se mostrara una contienda más fresca, más cordial pero más contundente en términos de claridad entre ambos contendores.
En esta ocasión, la moderadora del debate, fue Susan Page, una periodista con una larga trayectoria y biógrafa estadounidense, que es la actual jefa de la Oficina de Washington para el periódico USA Today, se encargó de hacer cumplir las reglas del debate.
Aunque en el escenario, no estaban presentes físicamente, tanto el presidente Trump y como el exvicepresidente Biden, sin duda ambos fueron protagonistas de la noche, pues tanto Pence como Harris se encargaron de hablar de ellos en sus aciertos y desaciertos durante este debate.
Harris que comenzó el debate, fue la primera en golpear fuerte a su rival político. “El pueblo estadounidense ha sido testigo del mayor fracaso de cualquier administración presidencial en la historia de nuestro país”.
Estas fuertes declaraciones en su primera respuesta, criticó frontalmente el manejo de la crisis de la pandemia ocasionada por el coronavirus por parte de la administración Trump, lo que sin duda no cayó bien al vicepresidente Pence.
Sin duda que a medida que el debate se centró en los problemas económicos, (donde Trump sale mejor posicionado en las encuestas), Pence ofreció sus críticas más agudas al historial de políticas de Biden.
Sin embargo, cuando Harris criticó la guerra comercial de la administración Trump con China, razón por la cual se habían perdido 300,000 empleos además de hacer que los ciudadanos estadounidenses tengan que pagar todo a mayor costo, el vicepresidente Pence respondió: “Joe Biden nunca luchó”.
Al calor del debate, cuando la moderadora Page, preguntó sobre el coronavirus, Harris respondió con una dura crítica a la Casa Blanca, por permitir tantas muertes, debido a que no actuaron en los primeros días de la pandemia.
Harris enfatizo: “Ellos sabían lo que estaba pasando y no te lo dijeron”, y luego lo repitió: “Ellos lo sabían y lo encubrieron”.
Por su parte el vicepresidente Pence, defendió el manejo de la crisis por parte de la administración Trump y respondió que da por hecho, que a una administración Biden no le habría ido mejor en el mismo escenario.
“Nuestra nación ha atravesado una época muy difícil este año, pero quiero que el pueblo estadounidense sepa que desde el primer día, el presidente Trump ha puesto la salud del pueblo estadounidense en primer lugar”, dijo.
Pence y Harris esquivan preguntas sobre la edad de sus compañeros de carrera, cuando se les hizo la pregunta sobre las preocupaciones por las edades de Trump que tiene 74, y Biden que tiene 77, pero cumplirá 78 en pocas semanas. Ambos candidatos esquivaron una respuesta directa.
Más adelante hubo un momento candente, cuando Harris emprendió contra Trump por los informes condenatorios sobre su actitud y acciones hacia el ejército de los EEUU, Pence se negó a seguir adelante sin que se le diera oportunidad para refutarle a la demócrata.
Esta actitud del vicepresidente Pence, llevó a que la moderadora le explicara que las normas no las había puesto ella, y que sólo estaba allí para hacerlas cumplir.
“Joe Biden pediría cuentas a Rusia”, dijo Harris después de hacer referencia a los informes de que Rusia ofreció recompensas a los militantes afganos para matar a las tropas estadounidenses.
Page intentó seguir adelante, pero Pence insistió en que se le permitiera responder. Cuando Page le dio 15 segundos, Pence respondió: “Tengo que tener más que eso” mostrándose en un claro desacuerdo por el tiempo que le dieron para responder los señalamientos de Harris.
“Las calumnias contra el presidente Donald Trump contra hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas son absurdas”, espetó Pence.
Page interrumpió, pero Pence siguió hablando, lo que claramente llevó a gran parte de la audiencia a recordar lo vivido la semana pasada durante el debate entre Trump y Biden, que fue una contienda marcada por las continuas interrupciones del presidente Trump.
“Has tenido más tiempo del que ella ha tenido hasta ahora”, dijo Page en medio de las intensas declaraciones que trataba de dar Pence. “Yo no creé las reglas esta noche” y fue allí cuando les recordó que las reglas fueron convenidas por las campañas de ambos candidatos.
En las redes sociales, se abría el debate, cuando un grupo atacó al vicepresidente Pence por querer pasar por encima de las normas del debate, y tratar de minimizar a Harris y la propia moderadora Page.
Mientras que por otro lado, los que lo apoyaban, dijeron que Page podría haberle dado un minuto para responder a Harris, porque sus señalamientos “sin base”, ameritaban darle una respuesta más larga para que fuese contundente.
Aunque las voces que criticaban la actitud de Pence, eran mayores, llegando incluso a criticar a Page diciendo que pudo haber hecho más para evitar que Pence hablara después de que se le acabara el tiempo.
Otros sugirieron que Harris debería tener más tiempo para compensar todas las interrupciones de Pence, que no fueron pocas.
La pregunta de un estudiante de octavo grado: si no puedes llevarte bien, ¿cómo podemos nosotros?
La moderadora Page hizo una pregunta inusual pero apropiada para el momento político divisorio que viven los Estados Unidos, la cual fue la última pregunta de la noche presentada por un estudiante de octavo grado de Springville, Utah.
“Cuando veo las noticias, todo lo que veo son dos candidatos de partidos contrarios, tratando de derribarse entre sí. Si nuestros líderes no se llevan bien, ¿cómo se supone que se lleve el ciudadano?”. “Sus ejemplos podrían marcar la diferencia para unirnos”.
Pence le ofreció un consejo al estudiante: “No asuma que lo que está viendo en sus redes de noticias locales es sinónimo del pueblo estadounidense”. Dando como ejemplo el caso de los difuntos jueces de la Corte Suprema Ruth Bader Ginsburg y Antonin Scalia, que eran famosos amigos cercanos a pesar de sus puntos de vista políticos firmemente opuestos.
Harris aprovechó la oportunidad para hablar sobre el carácter de Biden. “Joe tiene una larga reputación de trabajar al otro lado del pasillo”, dijo. “Joe Biden tiene un historial de levantar personas y luchar por su dignidad”.
Pitch in $5 to help this campaign fly. https://t.co/CqHAId0j8t pic.twitter.com/NbkPl0a8HV
— Joe Biden (@JoeBiden) October 8, 2020
El factor explosivo e hilarante de la noche, que se vivió en las redes, más no dentro del escenario, lo protagonizó una mosca, que desafortunadamente para el vicepresidente se posó sobre su cabeza, lo cual desató una avalancha de comentarios en las redes y que sirvió a Biden para recaudar dinero.
El equipo de campaña de Biden usó una foto del candidato con un mata moscas en la mano para un tweet claramente alusivo a la mosca en la cabeza de Pence, que decía: “Ponga $ 5 para ayudar a que esta campaña vuele”, el cual dirigía a un link del servicio de recaudación de fondos.
Este servicio de recaudación de fondos, llamado ActBlue, ha sido el utilizado por los demócratas para recaudar fondos a favor de la fórmula Biden-Harris de ese partido, el cual procesó el hasta las 11:00 pm ET, casi $6 millones de dólares en donaciones.
Este monto recaudado en el debate de Harris, es si se quiere algo inferior, a los $10 millones de dólares que recaudó la semana pasada Biden cuando enfrentó al presidente Trump, durante la noche del primer debate presidencial.
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