Este jueves, los precios del petróleo se estabilizaron sobre los casi $70 dólares el barril, luego de subir durante la apertura de los mercados asiáticos, con inversores que recibieron sin entusiasmo un descenso de reservas comerciales de crudo en Estados Unidos, vaticinando lo que posiblemente sea un caluroso verano para los precios del petróleo, debido a que podrían llegar hasta los $80 dólares por barril de acuerdo a muchos analistas. De hecho, en Nueva York el WTI para el mes de julio cedió apenas 0,03% a 68,81 dólares.
El precio del barril de Brent del mar del Norte para entrega en agosto terminó en $71,31 dólares en Londres, en baja marginal de 0,05%, mientras que el WTI llegó a subir a $69,40 dólares antes del cierre, un máximo no visto en mucho tiempo, más específicamente desde el 23 de octubre del 2018, seguido luego por el Brent con un máximo desde el 22 de mayo de 2019 a $71,99 dólares por barril.
Y es que en parte, la reapertura de la economía global ha impulsado la demanda de crudo, haciendo que su precio suba hasta un 40% desde principios de año. En Estados Unidos, también la reapertura, está ocasionando una fuerte demanda en los precios de crudo, impulsado por un aumento en la conducción de vehículos de los estadounidenses quienes han decidido viajar por las carreteras, con motivo de la llegada del verano.
Además, se proyecta desde ya que el aumento en el transporte de mercancías en todo el país, aunado a la explosión de los viajes aéreos internos, podrían presionar aún más los precios al alza. Esto traerá consecuencias para los consumidores, quienes tendrán que lidiar con el pico típico de principios de verano en los precios de la gasolina, pero ahora este aumento se podría postergar en la temporada.
La gasolina sin plomo fue de $3.04 dólares por galón en promedio el miércoles, aproximadamente un centavo más que la semana pasada, pero más de un 50% más que hace un año, según American Automobile Association (AAA), «Asociación Automovilística Estadounidense«.
De hecho, desde ya los analistas sostienen que en los próximos tres años se podría llegar a ver precios estratosféricos, con barriles de crudo cercanos a los $100 dólares o poco más, lo cual sin duda será una carga pesada para la recuperación económica.
Este jueves, el mercado no se entusiasmó demasiado tras el reporte de reservas de Estados Unidos, que mostró que las reservas de petróleo crudo en el país bajaron más de lo previsto. Aunque las reservas de gasolina y destilados aumentaron la semana pasada, según lo informado por la United States Energy Information Administration (EIA), «Agencia estadounidense de Información sobre Energía«.
De acuerdo con el reporte de las reservas de crudo en Estados Unidos, las mismas bajaron 5,1 millones de barriles (mb) a 479,3 millones de barriles, el doble de los 2,5 millones de barriles anticipados por los analistas.
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