En la noche de ayer viernes, la United States House of Representatives, («Cámara de Representantes de los Estados Unidos«, en español), presidida por Nancy Pelosi, aprobó la noche de este viernes un nuevo plan de alivio económico por $3 billones de dólares que incluiría otra ronda de pagos de estímulo de hasta $1,200 dólares por persona, para hacer frente a la crisis económica ocasionada en medio de la pandemia del coronavirus en el país.
Este nuevo paquete aprobado en la Cámara baja con una votación de 208 votos a favor y 199 en contra, según el vaticinio de muchos analistas no tiene ninguna posibilidad de convertirse en ley dentro de la Cámara alta del Senado de la forma en que fue considerada, pero probablemente dada la grave situación del país y sus ciudadanos conducirá a negociaciones con la Casa Blanca y los representantes Republicanos del Senado que en su mayoría están en desacuerdo con este plan de alivio.
Ahora, el próximo paso es que la Cámara alta vote sobre la medida, aunque están en profundo desacuerdo con el plan, ya que los Republicanos señalan que los beneficios de desempleo excesivamente generosos disuadirían a las personas de regresar al trabajo para producir. Sin embargo, hasta ahora se espera que este sea el último proyecto de ley en respuesta a la crisis en los Estados Unidos ocasionada por el COVID-19, antes de las venideras elecciones presidenciales de noviembre, donde el presidente Donald Trump, se enfrenta a su mayor reto para ser reelecto, justo ahora que los números de las encuestas señalan una caída en la aprobación pública.
Este generoso plan de alivio económico planteado por la bancada demócrata de la Cámara baja, tiene un costo superior a los cuatro proyectos de ley anteriores combinados, debido a que brindaría una suma cercana a los $1,000 millones de dólares para los gobiernos estatales y locales, otra ronda de pagos directos de $1,200 dólares a ciudadanos y ayuda para desempleados, inquilinos y propietarios de viviendas, estudiantes con deudas universitarias y para el golpeado USPS (United States Postal Service), (el “Servicio Postal de los Estados Unidos”, en español).
Al respecto la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien es representante Demócrata por el estado de California, advirtió: «No actuar ahora no solo es irresponsable desde el punto de vista humanitario, es irresponsable porque solo va a costar más«, además indicó que: «Más en términos de vidas, medios de vida, costos para el presupuesto y costos para nuestra democracia«.
Sin embargo, los representantes del Partido Republicano calificaron esta propuesta de plan de alivio económico como una «lista de deseos» de los demócratas, el cual no podrá ser aprobado sin antes evaluar en primer lugar cómo funcionó el paquete de estímulo de $3 billones aprobado anteriormente, además de también analizar si la reapertura parcial de negocios en algunos estados en el país, está provocando una reactivación económica que eliminaría la necesidad de inyectar más apoyo federal a la economía de los Estado Unidos.
Aunque por otra parte, muchos republicanos en el Senado que se muestran contrarios a este plan Demócrata, también están a la espera de lo que pueda decir al respecto, la Administración Trump sobre la propuesta, ya que es bien sabido que tanto el presidente Trump cómo los principales representantes de Partido Republicano en el Senado, entre ellos Mitch McConnell, insisten en que la próxima medida de estímulo económico debería proteger primordialmente los planes de reapertura de negocios contra demandas por falta de responsabilidad.
Estos días se ha conocido que el presidente Trump, ha exigido que también se incluya una reducción de los impuestos sobre la nómina, para impulsar la contratación de personal en medio del peor escenario de despidos que ha vivido los Estados Unidos en su historia.
Dentro del Capitolio este viernes, las votaciones duraron más que de costumbre, pues los legisladores votaron en pequeños grupos para limitar la cantidad de personas dentro del recinto.
De hecho, el debate de esta propuesta de Ley, reflejó algo que se ha vuelto común en esta era de la pandemia del COVID-19. Una Cámara baja casi vacía con unas pocas personas, así como legisladores y ayudantes con máscaras protectoras y guantes, aunque por supuesto ya es costumbre que algunos representantes de Partido Republicano no los usen siguiendo el ejemplo del presidente Trump y el Vicepresidente Mike Pence de ellos.
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