Cada vez es más notorio en las redes sociales que muchas mujeres comparten sus experiencias con respecto a las vacunas contra el COVID-19, han manifestado haber experimentando algunas alteraciones en su ciclo menstrual, tras haberse vacunado contra esta enfermedad.
En su mayoría, las mujeres expresan haber tenido alteraciones en su ciclo menstrual, como sangrado intermenstrual, sangrado menstrual intenso, trastorno menstrual sin especificar, ausencia de menstruación y menstruación irregular, fuertes dolores e incluso en algunas mujeres más días de sangrado de lo habitual. De hecho, a medida que más mujeres son vacunadas, esta situación se está haciendo más evidente.
Lo cierto es que a medida que más personas continúen vacunándose contra COVID-19, será absolutamente necesario comprender los efectos a corto y largo plazo de las vacunas en la salud reproductiva de las personas en general. Además, la evidencia científica también ayudará a las mujeres no vacunadas a comprender los efectos secundarios de la vacuna COVID-19 relacionados con la menstruación.
Lo que si se sabe, es que el aumento del estrés, los cambios en las rutinas diarias, de peso, el ejercicio y otros cambios importantes en el estilo de vida pueden afectar los ciclos menstruales en las mujeres, y todos esos cambios son bastante comunes desde que se inició la pandemia el año pasado.
Por otra parte, en un estudio realizado en mujeres y publicado el año pasado concluyó que tenían COVID-19, han demostrado que algunas experimentaron cambios importantes en la duración y el flujo de sus ciclos menstruales. En este estudio revisaron retrospectivamente datos clínicos y de laboratorio de 237 mujeres en edad fértil diagnosticadas con COVID-19.
Se analizaron también los datos menstruales de 177 pacientes y sus muestras de sangre de la fase folicular temprana para detectar hormonas sexuales y hormona antimülleriana (AMH). Al final se concluyó que las concentraciones medias de hormonas sexuales y la reserva ovárica no cambiaron significativamente en las mujeres COVID-19 en edad fértil.
Sin embargo, casi una quinta parte de las pacientes presentó una disminución del volumen menstrual o una prolongación del ciclo. Los cambios en la menstruación de estas pacientes pueden ser la consecuencia de cambios transitorios en las hormonas sexuales causados por la supresión de la función ovárica que se reanuda rápidamente después de la recuperación.
No obstante, esto no implica que este mismo hecho, se puede asociar a la administración de las vacunas en mujeres. De hecho, ni la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni la Food and Drug Administration (FDA), “Administración de Medicamentos y Alimentos”, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), “Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades“, o la European Medicines Agency (EMA), “Agencia Europea del Medicamento”, consideran que se puede establecer una relación entre la vacuna y los trastornos menstruales.
Todas las organizaciones encargadas de evaluar el uso y efectos adversos colaterales de los medicamentos y por supuesto de las vacunas contra la enfermedad del COVID-19, coinciden que es necesario recabar datos, ya que a falta de evidencias científicas que lo confirmen, esta relación no puede ser establecida, solo porque un grupo de mujeres ha señalado de las molestias causadas luego de vacunarse.
Si bien es cierto, que estos organismos oficiales globales, regionales y locales, encargados de la investigación de los efectos de las vacunas, aún no han encontrado una clara relación entre la inoculación y algunas alteraciones en el ciclo menstrual en la mujer, todos están de acuerdo en que las mujeres que deben seguir tengan estos síntomas deben seguir notificándolos a sus médicos, ya que se debe documentar e investigar cada caso.
Por ahora en Reino Unido la Medicines and Healthcare products Regulatory Agency (MHRA), «Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios«, ha señalado que está revisando informes de sospecha de efectos secundarios, trastornos menstruales y sangrado vaginal inesperado después de la vacunación contra COVID-19 en este país.
Las autoridades sanitarias recibieron hasta el 11 de agosto un total de 31,414 casos reportados de diversos “trastornos menstruales” en mujeres vacunadas con cualquiera de las vacunas disponibles en occidente como Pfizer/BioNTech, Moderna Therapeutics, AstraZeneca y la University of Oxford, “Universidad de Oxford”, así como también la de Johnson & Johnson, que fue desarrollada por Janssen Pharmaceutical Companies.
Pero han señalado también que la evaluación rigurosa completada hasta la fecha no respalda un vínculo entre los cambios en los períodos menstruales y los síntomas relacionados y las vacunas COVID-19. El bajo número de casos de alteraciones del ciclo menstrual, no es visto como significativo el impacto de la inoculación de las vacunas como factor perturbador de la menstruación.
Y es que si se compara que hasta esa misma fecha se habían administrado unas 45.5 millones de dosis de las vacunas, versus el reporte de esos 31,414 casos con trastornos del ciclo menstrual, la incidencia entonces es muy baja. Además dijeron que los cambios menstruales informados son en su mayoría de naturaleza transitoria.
Igualmente, añaden que no hay evidencia que sugiera que las vacunas COVID-19 afectarán la fertilidad y su capacidad para tener hijos. Si bien son incómodos o angustiantes, los problemas menstruales son extremadamente comunes y los eventos estresantes de la vida pueden interrumpir los períodos menstruales.
Este estudio, igualmente señaló que se han informado cambios en el ciclo menstrual después de la infección por COVID-19 y en personas afectadas por COVID prolongado, pero aún el número es muy bajo para hacer una relación con las vacunas.
Aunque las autoridades sanitarias de varios países siguen investigando si existe un vínculo entre estas alteraciones y la vacunación, también recuerdan que “los problemas en el ciclo menstrual representan el 12% de todas las derivaciones a los servicios de ginecología del país”.
Por otra parte, la OMS recuerda en su página web que “las mujeres pueden recibir la vacuna en cualquier momento de su ciclo menstrual” y que hasta ahora no hay evidencia que afecte la fertilidad. Una recomendación que ha sido hecha también por otras autoridades sanitarias en Estados Unidos, Reino Unido y Europa.
Por ahora no hay estudios oficiales amplios sobre la posible relación entre la vacuna y estas alteraciones en el ciclo menstrual, por lo que habrá que esperar por los resultados de algunos estudios reducidos llevados a cabo en algunos países, donde por espacio de un año se está haciendo seguimiento de estas alteraciones en menos de 10,000 mujeres aproximadamente.
La recomendación es siempre, que cualquier mujer que presente trastornos menstruales y/o sangrado vaginal inesperado después de la vacunación COVID-19 debe ser tratada de acuerdo con las pautas clínicas para estas afecciones, como es habitual. Por ello, es importante que cualquier persona que experimente cambios en sus períodos que sean inusuales para ellos, después de la vacunación COVID-19, se comunique con su médico.
Para obtener más información actualizada y cómo protegerte del contagio del COVID-19, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), te invitamos a seguir el siguiente link: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019. Si necesitas viajar, puedes obtener más información y consejos para viajar en el siguiente Link: https://www.who.int/ith/es/.
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