Desde hace meses los científicos han advertido de la capacidad que posee el coronavirus Sars-CoV-2 para mutar y precisamente en Sudáfrica y en varios otros países europeos, se ha detectado una nueva variante del coronavirus denominada C.1.2, que ha causado preocupación de que pueda ser más infecciosa y evadir las vacunas, sostiene la investigación.
Y es que la identificación de nuevas variantes del SARS-CoV-2 se asocia comúnmente con nuevas oleadas de infección en países y amplias regiones geográficas, por lo que es del interés de los investigadores, analizar cada nueva variante encontrada en el coronavirus que ha desatado desde 2019 la pandemia global.
Esta nueva variante C.1.2 ha llamado la atención de los científicos porque a pesar de su baja tasa en la población, posee mutaciones dentro del genoma similares a las observadas en variantes de interés y variantes de preocupación, como la variante Delta o B.1.617.2, (identificada por primera vez en la India), así como algunas otras mutaciones adicionales.
Un grupo de investigadores del National Institute for Communicable Diseases (NICD), «Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles» de Sudáfrica y la KwaZulu-Natal Research Innovation and Sequencing Platform (KRISP), «Plataforma de secuenciación e innovación en investigación de Kwazulu-Natal«, presentaron un nuevo estudio explicando al detalle a la cepa C.1.2.
De acuerdo con el equipo investigador, esta variante más mutada en comparación con el virus original, incluso mostrando ser la variante del coronavirus Sars-CoV-2 hasta ahora conocida que registra más mutaciones. No obstante, este nuevo estudio aún no ha sido revisado por pares, por lo que queda pendiente que sea confirmado.
La variante C.1.2 detectada por los científicos por primera vez en mayo de 2021, forma parte del linaje de la C.1, y de hecho desciende de esta. Lo que los expertos encontraron sorprendente ya que C.1 se había detectado por última vez en enero.
Sin embargo, este linaje ha “mutado sustancialmente” en comparación con C.1 y está más lejos del virus original detectado en la ciudad de Wuhan, en China. Los científicos involucrados en el estudio, consideran que el número de secuencias disponibles de C.1.2 puede ser una representación insuficiente de la propagación y frecuencia de la variante en Sudáfrica y en todo el mundo.
Vale destacar, que los detalles de la investigación han tenido en cuenta cualquier otra Variants of Concern (VOCs), «Variantes de Preocupación» o Variants of Interest (VOIs), «Variantes de Interés» detectada y catalogada hasta ahora por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en todo el mundo.
El estudio encontró aumentos consistentes en el número de genomas C.1.2 en Sudáfrica mensualmente, pasando del 0.2% de los genomas secuenciados en mayo al 1.6% en junio y luego al 2% en julio, similar a los aumentos observados con el variantes Beta y Delta en ese país.
Este hallazgo fue posible a partir de los informes de vigilancia genómica, y aunque se detectó por primera vez en Sudáfrica, la variante C.1.2 se ha encontrado desde entonces en Inglaterra, China, la República Democrática del Congo, Mauricio, Nueva Zelanda, Portugal, Suiza y Turquía.
Y es que la publicación de este hallazgo se produce cuando un médico en Turquía, informó que se había detectado una nueva variante de coronavirus en la cuna del otrora Imperio Otomano, con pruebas que detectan mutaciones clave, que no se encontraron en las variantes actuales listadas por la OMS, ya que la variante C.1.2, aún no está clasificada.
El presidente de la Cámara Médica de Izmir, el doctor Lütfi Çamlı, manifestó a medios turcos que médicos encontraron una nueva variante sin conexión con las otras variantes, alcanzando una tasa de alrededor del 50% al 60% de los casos en la provincia del norte de Rize.
Para el doctor Çamlı, “aún no está claro si realmente han encontrado una nueva variante o si fue solo el resultado de una falsa negatividad en las pruebas de PCR”.
Lo verdaderamente asombroso, es que la variante C.1.2 contiene muchas mutaciones que se han identificado en los cuatro VOC (Alfa, Beta, Delta y Gamma) y tres VOI (Kappa, Eta y Lambda), así como mutaciones adicionales dentro del NTD (C136F), RBD (Y449H), y adyacente al sitio de división de furina «una enzima proteasa que en los seres humanos está codificada por el gen FURIN» (N679K).
El estudio del NICD, advierte que esta variante particularmente ha “mutado considerablemente” en comparación con su mutación de origen pero también preocupa su alta tasa de mutación. La misma asciende a 41,8 mutaciones por año, casi el doble de rápida que la de las otras variantes.
De hecho, se ha observado una tasa de mutación equivalente a esta en un corto período en cepas particularmente virulentas, como Alpha, Beta o Gamma, explican los investigadores que intervinieron en este reciente estudio.
Más de la mitad de las secuencias C.1.2 tienen 14 mutaciones, pero se han observado mutaciones adicionales en algunas de las secuencias, lo que sugiere que la evolución dentro del linaje está en curso, señala el estudio de los investigadores sudafricanos.
Otro dato que debe ser analizado, es que más de la mitad (aproximadamente el 52%) de las mutaciones en la región de la punta de las secuencias de C.1.2, se han visto previamente en otras VOC y VOI catalogadas por la OMS.
Y es que por ejemplo, las mutaciones N440K e Y449H, que se han asociado con la resistencia a ciertos anticuerpos, también se han observado en las secuencias C.1.2. De allí que concluyan, que la combinación de estas mutaciones, así como los cambios en otras partes del virus, probablemente ayuden al virus a evadir los anticuerpos y las respuestas inmunes.
Esta capacidad de la nueva variante C.1.2, puede incluso evadir los anticuerpos y las respuestas inmunes de pacientes que ya han sido infectados con las variantes Alpha o Beta, lo que la puede hacer más peligrosa.
Los científicos explicaron, sin embargo, que se requieren más estudios para comprender el impacto exacto de estas mutaciones y para ver si le dan a la variante una ventaja competitiva sobre la variante Delta.
Sin embargo, todavía faltan mas datos, pues este reporte refleja concretamente “aumentos constantes de los genomas C.1.2 en Sudáfrica mensualmente, pasando del 0.2% de los genomas secuenciados en mayo al 1.6% en junio y luego al 2% en julio”.
Se presume que esta variante C.1.2 podría ser más resistente a la vacunación pero también a una infección previa causada por las variantes Alpha o Beta debido a la presencia de mutaciones secuenciadas en esta variante, la N440K y la Y449H que ya se han asociado con un riesgo de escape inmunológico, explicaron los autores.
Lo encontrado hasta ahora, no es suficiente para tener la certeza que la cepa C.1.2 pueda escapar a la inmunización de las vacunas contra el COVID-19 existentes en el mercado, todavía se deben hacer más estudios para que sea concluyente.
No obstante, habiéndose observado la aparición de esta variante principalmente en un país con baja tasa de vacunación (el 9,3% de la población sudafricana tiene un calendario de vacunación completo), todavía es prematuro para obtener conclusiones sobre una posible resistencia a la vacuna.
Para tener definiciones concluyentes, explican los investigadores, sería necesario seguir de cerca la difusión de la mutación C.1.2 dentro de una población ampliamente vacunada y de esa forma se podrán obtener más datos. Para leer este estudio, ingrese aquí: https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.08.20.21262342v1.full
Para obtener más información actualizada y cómo protegerte del contagio del COVID-19, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), te invitamos a seguir el siguiente link: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019. Si necesitas viajar, puedes obtener más información y consejos para viajar en el siguiente Link: https://www.who.int/ith/es/.
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