Esta semana, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), «Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades«, informaron que planean actualizar los lineamientos de administración de vacunas de tecnología de ARN mensajero a adolescentes y adultos jóvenes debido a algunos casos de problemas cardíacos, aunque para el panel todavía siguen reconociendo que los beneficios superan los riesgos.
La decisión fue anunciada durante una reunión de expertos que fue convocada este miércoles por los CDC de Estados Unidos, se determinó que luego de la revisión de unos 323 casos de miocarditis y periocarditis en menores de 30 años, se encontró relación entre la vacunación con este tipo de vacunas como las de Pfizer y Moderna.
Ambas enfermedades son, respectivamente, una inflamación del músculo cardíaco o de la membrana cardíaca que lo rodea, que de no ser atendida, tiene consecuencias. Del total de casos analizados por las autoridades sanitarias de los CDC, unos 309 fueron hospitalizados, 295 fueron dados de alta a los pocos días, pero nueve siguen internados; dos de ellos en cuidados intensivos. En cinco de casos esos casos, quedaron pendientes los datos, aunque aseveran que no hay muertes confirmadas.
Esta enfermedad se dio mayormente en hombres y lo que llamó la atención de los CDC, es que la mayoría ocurrió más tras la segunda dosis, que después de la primera dosis de una de estas dos vacunas de ARNm COVID-19. También, principalmente estos casos se dieron en adolescentes varones y adultos jóvenes de 16 años o más y se presentaron por lo general, dentro de varios días después de la vacunación COVID-19.
Los datos analizados tenían fecha al 11 de junio, cuando más de 50 millones de dosis de las vacunas de ARN mensajero de Pfizer y Moderna habían sido inyectadas en Estados Unidos a personas en edades comprendidas entre los 12 y los 29 años.
Si bien la cantidad de casos es baja, es mayor de la esperada para esa franja etaria y los investigadores tratan de descubrir las razones. «La miocarditis es una enfermedad rara pero no es nueva«, dijo Matthew Oster, cardiólogo pediátrico en Children’s Healthcare of Atlanta, un miembro de la fuerza de tareas de vacunas contra el COVID-19 de los CDC.
Además, el doctor Oster señaló que la tasa estimada de miocarditis es de cerca de 0,8 cada 100,000 niños por año y que la enfermedad puede ser causada por un virus aunque también podría haber otros agentes que la provoquen.
«Parecería que las vacunas ARN mensajero podrían ser un nuevo factor de miocarditis«, dijo el doctor Oster. De acuerdo con los CDC, por cada millón de segundas dosis aplicadas a adolescentes de entre 12 y 17 años, podrían ser evitados 5,700 casos de COVID, 215 hospitalizaciones, 71 ingresos a cuidados intensivos y dos muertes.
De igual forma, los CDC indicaron que también podrían esperarse entre 56 y 69 casos de miocarditis tras aplicarse las vacunas a un determinado número de personas. «Actualmente, los beneficios superan claramente los riesgos de la vacuna contra el COVID en adolescentes y adultos jóvenes«, dijeron científicos en la reunión.
Los CDC y la agencia U.S. Food and Drug Administration (FDA), «Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos«, que controla medicinas y alimentos en el país, están planeando colocar etiquetas para alertar sobre los potenciales riesgos de estas vacunas. Si alguien sufre periocarditis tras la primera dosis, debería esperar a que se aclaren los síntomas y consultar a su médico antes de recibir la segunda; según el borrador de una guía que está siendo completada.
De hecho, ahora las autoridades sanitarias recomiendan a las personas que padezcan miocarditis, tras la primera dosis, deberán avisar y postergar la segunda hasta que se obtenga más información. Aunque los expertos independientes presentes en la reunión virtual estuvieron de acuerdo con las conclusiones, algunos otros se mostraron más cautelosos.
Si un paciente desarrolla periocarditis tras la primera dosis «yo dudaría en darle la segunda dosis de vacuna de ARN«, dijo Pablo Sanchez, profesor de pediatría de la Ohio State University (OSU), «Universidad del Estado de Ohio» e investigador del Nationwide Children’s Hospital, «Hospital Nacional de Niños«.
Si bien es cierto, que hasta ahora, los niños y adolescentes, han sido menos afectados por el COVID-19 que los adultos, el virus provocó la hospitalización de unos 3,000 menores de 18 años en Estados Unidos y ocasionó unas 300 muertes, según datos oficiales. Además, estos mismos datos reflejan que unas 2,700 personas menores de 30 murieron de COVID-19.
Las vacunas con ARN mensajero se han mostrado altamente eficaces contra la enfermedad y habían tenido prácticamente un impacto menor en las personas que fueron vacunados contra la enfermedad.
Además de proteger a los niños inmediatamente, los pediatras quieren ponerlos a cubierto de posibles efectos de largo plazo tales como un curso prolongado de la enfermedad o una complicación pos viral denominada multisystem inflammatory syndrome in children (MIS-C), «síndrome inflamatorio multisistémico en niños».
Sin embargo, antes de la reunión, Monica Gandhi, experta en enfermedades infecciosas y salud pública de la University of California, San Francisco (UCSF), «Universidad de California San Francisco«, señaló que Estados Unidos fue mucho más lejos que otros países en la vacunación de adolescentes.
Pero también, países como Alemania e Israel habían comenzado a vacunar a los adolescentes con este tipo de vacunas, ahora sólo recomiendan vacunar a adolescentes que están en serio riesgo, en tanto que Gran Bretaña está examinando información antes de tomar una decisión.
Para obtener más información actualizada y cómo protegerte del contagio del COVID-19, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), te invitamos a seguir el siguiente link: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019. Si necesitas viajar, puedes obtener más información y consejos para viajar en el siguiente Link: https://www.who.int/ith/es/.
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