Luego que han pasado varias semanas desde que los primeros casos del COVID-19 comenzaron a generar estragos en los sistemas de salud de la mayoría de los países del mundo, los médicos se han dado cuenta en las salas de emergencia cómo esta enfermedad muestra una variedad de síntomas que distan de ser una simple variación de la enfermedad respiratoria conocida como Síndrome respiratorio agudo grave o por sus siglas SARS.
El SARS-CoV-2 demostró ser un virus altamente contagioso y letal, que por ahora no tiene ni vacuna ni tratamiento, el cual es el causante de la enfermedad del COVID-19. Luego de atender cientos de miles de personas alrededor del mundo, los médicos han comenzado a darse cuenta que éste virus no solo ataca a los pulmones sino también a los riñones, corazón, intestino, hígado y cerebro y que además su intensidad varía de paciente a paciente, algo que se pudo evidenciar en la investigación realizada por Ariana Eunjung Cha y publicada por el diario estadounidense The Washington Post.
La gran variedad de síntomas sorprendentes han demostrado que este virus ataca órganos de una manera poco vista hasta ahora. Hay casos que van desde niveles extremadamente bajos de oxígeno, que en condiciones normales harían que los pacientes estuvieran inconscientes o cerca de la muerte hasta casos de mujeres embarazadas asintomáticas que tienen un paro cardiaco repentino o con pacientes con enfermedades leves que empeoran en cuestión de minutos y mueren en casa.
Esta variedad de síntomas y de tipologías no dejan entrever patrones claros en términos de edad o condiciones crónicas en las estadísticas por lo que algunos científicos han planteado varias hipótesis para buscar dar una luz sobre estos casos que expliquen de alguna manera estas anomalías por cambios severos en la sangre de los pacientes.
De hecho, algunas autopsias han demostrado que los pulmones de ciertas personas estuvieron llenos con cientos de microcoágulos de sangre, los cuales cuando son de mayor tamaño podrían desprenderse, viajar al cerebro o al corazón por el torrente sanguíneo y causar eventos bastante peligrosos como un derrame cerebral o un ataque al corazón.
Esto de algún modo, ha llevado a algunos doctores a cargo de UCI alrededor del mundo plantear el uso de anticoagulantes preventivos a todos los enfermos de COVID-19, algo que es una decisión controvertida y de la cual no se ha llegado a un consenso.
El doctor Lewis Kaplan, médico de la Universidad de Pennsylvania consultado para este reportaje señaló: “El problema que tenemos es que, si bien entendemos que hay un coágulo, todavía no entendemos por qué hay un coágulo” y además agregó: “No lo sabemos. Y por lo tanto, tenemos miedo”.
Para obtener más información actualizada y cómo protegerte del contagio del COVID-19, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), te invitamos a seguir el siguiente link: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019. Si necesitas viajar, puedes obtener más información y consejos para viajar en el siguiente Link: https://www.who.int/ith/es/.
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